Este verano la familia real ha estado en boca de todos. No por ningún escándalo o polémica, sino porque los reyes Felipe VI (56 años) y Letizia (51 años) y sus hijas, la princesa Leonor (18 años) y la infanta Sofía (17 años) han estado la mar de ocupados. Desde mediados de junio hasta bien entrado agosto, los monarcas y las hermanas han acudido a decenas de actos en los que nos han demostrado su saber estar, elegancia y habilidad como figuras públicas.
Los Premios Princesa de Girona, la visita a la Escuela Naval de Marín, los Premios de Periodismo ABC 2024 Mariano de Cavia o los Juegos Olímpicos son solo algunos de los eventos que han ocupado su agenda de compromisos. De hecho, este incremento inusual de su visibilidad ha llamado la atención de la prensa extranjera que ha destapado el plan de "reconquista" de los monarcas en el que sus hijas tienen un papel esencial.
Aunque no con la misma intensidad, también hemos podido ver a la reina Sofía de vacaciones en Mallorca, al rey emérito en Sanxenxo a principio del verano y los planes de vacaciones de algunos otros de sus miembros. Sin embargo, la que ha estado totalmente desaparecida ha sido la infanta Elena. La madre de Victoria Federica no voló al Palacio de Marivent para pasar unos días con su madre, ni tampoco se la vio en el viaje de su hermana a las islas Canarias. Un silencio y falta de información que ha terminado hoy.
Las vacaciones de la infanta Elena durante su 'desaparición'
Después de este tiempo sin saber nada de ella, ha salido a la luz los planes que ha llevado a cabo la infanta Elena este verano. El primero de ellos ha sido el más familiar de todos. Y es que la expareja de Jaime de Marichalar habría viajado a Abu Dabi, según 'Monarquía Confidencial'. La hija mayor de los reyes eméritos, junto a su hermana Cristina, voló al país árabe para hacer una visita a su padre y disfrutar de unos días alejada de los focos. Además, aprovechó para ver a su primogénito, Froilán, que vive en esta misma nación desde hace un año y medio y donde parece haber encontrado la estabilidad.
Después de estos días muy lejos de España, Elena viajó a Madeira. No lo hizo sola. Con ella estaba Rita Allendesalazar, condesa de La Ventosa y una de sus mejores amigas. Ambas se alojaron en una famosa cadena de hoteles y disfrutaron de la cultura y gastronomía de estas islas portuguesas. De hecho, la prensa del país se percató de su presencia en el Parque Temático de Madeira, donde se mostró interesada en sus piezas de artesanía. Durante su estancia, la duquesa de Lugo visitó a viejos amigos a los que hacia tiempo que no veía.
No obstante, este viaje terminaba de forma abrupta al conocer allí de la muerte de su primo, Juan Gómez-Acebo. Según la mencionada publicación, habría sido la propia Elena quien habría llamado a su padre para darle la mala noticia. Y es que este fallecimiento llega apenas cinco meses después de la muerte del hermano de Juan, Fernando Gómez-Acebo. Una perdida que ha vuelto a sumir en dolor a esta familia.
A pesar de este final, fuentes cercanas al medio comentado han afirmado que la intención de la infanta este verano era descansar, cargar energías y pasar tiempo con la gente a la que quiere. "Elena está desconectando unos días y está muy pendiente de su padre y sus amistades más cercanas, al igual que sus hijos", afirmarían. Una motivación que daría sentido a esta desaparición.