La situación de la infanta Cristina (59 años) ha cambiado de manera radical en este último año. La hermana del rey Felipe VI firmaba su divorcio con Iñaki Urdangarin (56 años) hace unos meses. Sin embargo, sigue existiendo un vínculo con la que era su familia política, ya que cada año repiten una cita que no ha podido faltar en este verano. Además, es una forma de poder recuperar el terreno que le había ganado, en cierto modo, la nueva pareja del que fuera jugador de Balonmano, Ainhoa Armentia (43 años).
No obstante, la hija de la reina Sofía no estaría atravesando su mejor momento, ya que diferentes medios se han hecho eco de la situación que le está trayendo algunos quebraderos de cabeza. Se trata del futuro de tres de sus cuatro hijos, ya que tanto Irene como Juan y Miguel en la actualidad están tomándose un año sabático, pese a que la única hija del matrimonio pronto embarcará hacia Londres para iniciar sus estudios universitarios en la capital del Reino Unido.
La infanta Cristina recupera terreno tras los últimos movimientos de Ainhoa Armentia
De sobra es conocida la buena relación que mantiene la cuñada de la reina Letizia con la que fuera su suegra. Claire Liebaert (89 años) nunca ha querido ocultar sus deseos porque nada cambiase en la relación con su antigua nuera, pese a la firma del divorcio del matrimonio y que su hijo tiene una nueva pareja con la que ha conseguido la estabilidad en Vitoria que durante tantos años ha estado persiguiendo.
Claire es consciente del importante papel que tuvo Cristina en los momentos más complicados de su hijo, ya que en ningún momento dejó de apoyarle y siempre estuvo de su lado. Además, hay que recordar que Cristina es la madre de sus cuatro nietos y siempre va a hacer apología de la buena relación para continuar disfrutando de ellos cada vez que los diferentes quehaceres de ellos se lo permitan.
Desde el divorcio suegra y nuera han disfrutado de algunos momentos juntas. El pasado mes de abril acudían juntas a las gradas de uno de los partidos de Pablo Urdangarin, donde volvieron a demostrar la unión que tienen con diferentes gestos de complicidad y muchas risas entre ellas. Pero si hay una cita especial en esta familia es la que se había ido repitiendo cada verano en Bidart, en el País Vasco francés.
Cada etapa estival es una cita recurrente donde toda la familia disfrutaba de unos días de vacaciones. Con la duda en el horizonte y con el acercamiento de Ainhoa a su suegra, todo estaba en el aire. Sin embargo, la infanta Cristina ha acudido un año más junto a tres de sus hijos a Bidart, ganando el terreno si es que alguna vez lo había perdido con respecto a la novia de Iñaki.
El último movimiento de Ainhoa Armentia
Aunque lo suyo es ya una relación consolidada, la vida de Armentia no estaba unida a la de la familia de su pareja. Por el motivo que fuere, Iñaki había optado por no hacer planes en conjunto con su madre o con sus propios hijos. Sin embargo, con el paso del tiempo parece que algo ha cambiado. Hace unos meses se filtró que alguno de los hijos de antiguo matrimonio ya habría podido conocer a la novia de su padre.
Pero todavía quedaba estrechar lazos con su suegra. El último movimiento parece confirmarlo al menos. Iñaki y Ainhoa se mudaban a una vivienda en la misma urbanización que Claire a principios de este año. De hecho, era el propio deportista olímpico el que se encargaba de trasladar las cajas tras haber dado el paso importante de concluir de una vez por todas su vínculo con la hermana del rey.
Por el momento no ha trascendido si Claire y Ainhoa han podido disfrutar de tiempo juntas tras esta mudanza. Lo que sí está claro es que Urdangarin había estado esperando el momento adecuado para llevar a cabo dicha mudanza y así abandonar la vivienda que compartía con su pareja. De hecho, la propia Liebaert había estado ayudando a su hijo a trasladar algunas de las cajas mientras que la pareja visitaba algunas tiendas de decoración para poner a punto su nueva morada.
En cualquier caso, tanto la infanta Cristina como Iñaki Urdangarin se encuentran centrados en sus nuevas vidas tras haber puesto fin de manera oficial a su matrimonio. Por un lado, él tiene la estabilidad personal junto a la vasca. Por otro, ella se encuentra preocupada por la situación de sus hijos y está exprimiendo el verano antes de volver a Ginebra, ya que además de esta escapada junto a Claire, también ha estado en Abu Dabi visitando a su padre, el rey emérito Juan Carlos I.