La relación Guillermo (41 años) y Rose Hanbury (40 años) ha sido bastante controvertida desde que se conocieran en 2019 porque desde entonces los rumores de infidelidad han estado llamando a la puerta de la familia real británica. De hecho, antes de que Kate Middlenton anunciara su cáncer, la marquesa de Cholmondeley volvió a ser el centro de la diana, siendo la supuesta culpable de una separación que jamás existió entre los príncipes de Gales (al menos no esos momentos).
Desde entonces no ha habido apariciones públicas de Rose, que ha preferido mantenerse al margen. Sin embargo, el pasado domingo 12 de mayo la marquesa protagonizó un incómodo encuentro con la reina Camila. Y aunque la prensa británica dice que "los chismes no han llevado a Hanbury" a mantenerse alejado de la realeza, lo cierto es que hasta ahora no se habían reunido ni visto en ninguna cita ni evento real.
Este encuentro entre la reina y la supuesta amante de Guillermo, el primero desde que resurgieran los rumores de infidelidad, ocurrió en la clausura de las Badminton Horse Trials, el evento internacional de tres días que atrae a la mayoría de los principales caballos y jinetes del mundo. Hanbury asistió a esta cita como espectadora junto al hermano de Zara Tindall, Peter Phillips, y sus hijas, Savannah e Isla, y fue fotografiada haciendo una reverencia ante la reina Camilla junto a la experta en maquillaje Charlotte Tilbury.
La interacción de Rose con la mujer de Carlos III parecía no guardar rencor ni incomodidad, aunque la cara es el espejo del alma. Y es que aunque sin duda era un gesto protocolario de respeto, en las instantáneas se puede atisbar cómo Rose se queda un poco cortada a través de una sonrisa tímida y avergonzada. Según cuentan en 'The List', la marquesa de Colmondeley "está feliz" de dejar atrás los chismes sobre la supuesta infidelidad. "No hay rencor", explican de Hanbury, que se casó con el marqués en 2009 aunque sus vínculos con la familia real se remontan a muchos años atrás. La abuela de la supuesta amante de Guillermo, Lady Elizabeth Lambart, era amiga íntima de la reina Isabel II, e incluso fue dama de honor en la boda con el príncipe Felipe. Pero no solo eso, Rose y su marido viven muy cerca de la casa de campo del futuro heredero al trono de Reino Unido y Kate Middleton, Anmer Hall.
Este momento entre la aristócrata y la mujer de Carlos III era una escena que muchos esperaban en Reino Unido. Sabían que la mera presencia de la marquesa en el prestigioso evento ecuestre llamaría mucho la atención, a la vez que era necesario para disipar cualquier apariencia de tensiones entre ellos. Y es que esta imagen envía una clara señal: que Hanbury es sin duda una figura muy querida e importante por los altos cargos del palacio de Buckingham, que está libre de toda sospecha y que esto no hay sido otra cosa que un bulo alimentado por el nerviosismo de la desaparición de la duquesa de Cambridge durante su enfermedad.
Hanbury ha negado rotundamente las afirmaciones que aseguraban que ella y Guillermo estaban teniendo una aventura cuando los rumores resurgieron este 2024. Según 'Business Insider', el equipo legal de la marquesa aseguró que "los rumores son completamente falsos". Y aunque está claro que este primer encuentro en meses ha sido cuanto menos un poco tenso, la prensa británica tiene claro que verla saludar a la reina Camilla es una señal de que "ambas partes están dispuestas a dejar atrás los rumores y centrarse en las cosas importantes".
Si bien es bastante posible que Kate y Hanbury no volverán nunca a ser amigas (o al menos no como antes), es probable que la princesa de Gales también esté feliz de superar los rumores. Y es que Middleton continúa con sus tratamiento para el cáncer mientras ha estado soportando durante meses que volvieran a saltar a las alarmas de infidelidad. Pero no solo eso, también hay que tener en cuenta a Guillermo, quien cuidaba de su mujer en todo momento a la vez que le acusaban de engañarla. Sin duda una complicada situación que parece haberse terminado con este encuentro.