Iñaki Urdangarín por fin ha retomado su voluntariado. El marido de la infanta Cristina va recuperando poco a poco su normalidad dentro de la cárcel de Brieva después de que durante el confinamiento el Ministerio de Interior dictara una serie de normas que afectaron a todos los presos españoles, entre los que se encuentra el exduque de Palma. Sin visitas, ni permisos penitencias ni salidas de la cárcel, el cuñado de Felipe VI tuvo que abandonar sus labores en el Hogar Don Orione el pasado mes de marzo. Una situación que se ha mantenido hasta este julio.
Al igual que en el resto de España, la desescalada también ha llegado a las cárceles. A principio de julio, el marido de la infanta Cristina retomaba su rutina en el Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Un lugar en el que ha vuelto a ser visto este viernes 10 de julio. Con camisa blanca de manga corta, mascarilla y su inseparable bolsa de tela con el mensaje ecologista ‘Because there is no planet B’ (porque no hay planeta B), valorada en 90 euros, el exduque de Palma ha entrado en el recinto para hacer frente a sus labores. Iñaki Urdangarin, además, luce el pelo mucho más corto que en sus apariciones durante le invierno y una incipiente barba que ya dejó ver a principios de mes
Además del voluntariado, donde va recuperando poco a poco la normalidad, Iñaki Urdangarin tiene pendiente disfrutar de un permiso penitenciario de seis días, que le concedieron antes de que se decretara el estado de alarma y que quedó suspendido durante la crisis sanitaria. Por el momento, eso sí, se desconoce la fecha en la que, por fin, podrá reunirse con su familia, la cual tendrá que negociar con la prisión. Eso sí, el exduque no podrá abandonar Brieva dos fines de semana al mes como solicitó el pasado 5 de marzo, ya que la Audiencia Provincial de Baleares desestimó la petición al considerarla “prematura”.