La imposición que la reina Letizia conserva de la reina Sofía en sus viajes al extranjero

Contra todo pronóstico los reyes Felipe (56 años) y Letizia (52 años) harán las maletas antes de dar por cerrado el 2024. Un broche de oro a un año marcado por las celebraciones por el décimo aniversario del ascenso al trono de Felipe VI, su debut en Instagram, así como una larga lista de escándalos que los reyes han sorteado con maestría. Y es que según los expertos en realeza, la pareja real ha salido muy fortalecida de este último curso.

Muy aclamados fuera de nuestras fronteras, los reyes pondrán rumbo a Italia el próximo 10 de diciembre. Un viaje de Estado al país vecino para "estrechar los lazos que existen entre ambos países" y que se extenderá durante dos intensos días en los que don Felipe y doña Letizia visitarán ciudades como Roma y Nápoles. 

No es ningún secreto que desde la Proclamación de Felipe VI las cosas han cambiado (y mucho) en la Casa Real. Doña Letizia ha erradicado muchas tradiciones, pero hay normas que instauró su suegra que, para sorpresa de todos, sigue manteniendo, una imposición que volverá a hacerse evidente en solo unos días. 

La reina Letizia no llevará tiara en Italia por decisión de doña Sofía

A falta de conocer los entresijos de este viaje a Italia ya ha trascendido que los reyes aterrizarán en Roma el día 10. Allí protagonizarán un periplo por la ciudad eterna con varias paradas entre las que cabe destacar el habitual encuentro con una representación d ela colectividad española en la ciudad en la embajada. La estancia del matrimonio culminará el día 12 en Nápoles con Felipe VI investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad Federico II de la ciudad. 

Pero en todo viaje de Estado que se precie los anfitriones homenajean a los reyes con una cena de gala, y viceversa. En aquí donde entra en juego esta norma no escrita que fue instaurada por la reina Sofía hace décadas. Será la noche del 11 de diciembre cuando doña Letizia deslumbre como es habitual con un look a la altura de las circunstancias. Eso sí, ni rastro de tiara. 

Fue la madre de Felipe VI quien impuso la norma de no utilizar ningún tipo de diadema del joyero real en países no monárquicos. Quizás a modo de respecto a sus valores y creencias. Parece que doña Letizia esta de acuerdo y ha seguido con sigilo esta imposición. Eso sí, la ausencia de corona no implica que la consorte no pueda emplear otro tipo de joyas de pasar para elevar su look de gala a lo más alto. 

La ausencia de tiara en el retrato de Annie Leibovitz también ha dado mucho qué hablar. La última vez que pudimos ver a doña Letizia con una fue el pasado mes de abril en su visita de Estado a los Países Bajos. En ese entonces se decantó por la famosa tiara Flor de Lis, una de sus favoritas. 

Esta es la segunda vez que Felipe y Letizia viajan a Italia en viaje de Estado aunque la anterior todavía eran príncipes de Asturias. Sea como fuere, es un destino muy recurrente para ellos también en cuanto a su vida personal y es que de los múltiples destinos de vacaciones que han trascendido a lo largo de los años Cerdeña ha sonado en más de una ocasión. 

El hermetismo entorno a la Navidad de la familia real

Al mismo tiempo que los reyes pondrán rumbo a Italia, se espera que la infanta Sofía vuelva a casa. Tal y como señala el calendario del UWC Atlantic College de Gales, los estudiantes de segundo curso darán comienzo a las ansiadas vacaciones de Navidad el día 11 de diciembre. Unas semanas de descanso y desconexión que se extenderán hasta el próximo 5 de enero. 

Respecto a los planes para Navidad, como cada año todo está envuelto en un gran hermetismo. Pero si no hay sorpresas, don Felipe y doña Letizia actuarán como anfitriones en la cena de Nochebuena. Una velada íntima y familiar a la que se unirá Paloma Rocasolano. Un día más tarde, la reina Sofía, quien se encuentra en Zarzuela junto a su hermana Irene se podría unir a la comida en casa de su hijo, el momento perfecto para hacer el habitual intercambio de regalos.