La importante misión que la Corona británica ha impuesto a la princesa Ana ante la ausencia de Kate Middleton

La Casa Real Británica lleva un año bastante ajetreado y delicado, de eso no tenemos ninguna duda. Tras unos primeros meses en los que vimos como el rey Carlos III (75 años) y Kate Middleton (42 años) eran operados de urgencia, pronto comenzaron los rumores sobre las razones que les habían llevado a pasar por quirófano. No tardaríamos en descubrir que se trataba de dos cánceres que han tenido muy preocupados no sólo a todos los miembros de la familia, sino al pueblo británico. Mientras que el monarca hizo diferentes apariciones cuando estaba siendo tratado con quimioterapia, Kate decidió guardar reposo y ha tardado más en volver a dejarse ver, aunque ya pudimos comprobar su mejoría y su positiva actitud cuando acudió al ‘Trooping the Colour’ y a la entrega del trofeo de Wimbledon. Pero donde no veremos a ninguno de ellos será en los Juegos Olímpicos de París, evento en el que la familia real tendrá una sola representante, la princesa Ana de Inglaterra.

Ana de Inglaterra acude a los Juegos Olímpicos de París

Tras el preocupante accidente ecuestre que sufrió la hermana del rey el pasado mes de junio en su finca de Gatcombe, que la llevó incluso a pasar por el hospital, ahora podremos ver a una Ana totalmente recuperada y lista para dejar atrás la conmoción cerebral y heridas que sufrió pata acudir a los Juegos Olímpicos de París, que darán su pistoletazo de salida este viernes, 26 de julio. Se trata de un evento muy especial para ella, ya que forma parte del Comité Olímpico internacional desde el año 1988, con los que se reunió el pasado martes, y fue el primer miembro de la familia real británica en participar en unas olimpiadas.

Al ser el único miembro de la casa real británica que acudirá a esta llamativa cita, en la que también podremos ver a los reyes de España, Felipe VI (56 años) y doña Letizia (52 años), a los que acompañarán la princesa Leonor y la infanta Sofía, todas las miradas estarán pendientes de Ana, que tiene una gran tarea durante estas deportivas jornadas, y es representar a la corona de Reino Unido en uno de los años más difíciles para todos ellos.

El pasado de Ana de Inglaterra en las Olimpiadas

En cualquier caso, se trata de una cita que Ana siempre disfruta mucho, tanto que ha llegado a formar parte de esta de manera activa hace mucho tiempo. La hermana de Carlos III participó en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976 dentro del equipo británico de equitación, un deporte que toda la familia adora desde siempre. Además, estos juegos han sido algo muy destacado en su vida ya que conoció a su exmarido en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972, donde su camino se cruzó con Mark Phillips, que ganó una medalla de oro en esas olimpiadas y que acabó convirtiéndose en marido de la princesa, con la que tuvo a sus hijos. De hecho, uno de sus retoños, Zara Phillips, siguió los pasos de sus padres y consiguió ganar una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres en el año 2012.

¿Qué otros royals estarán en estos Juegos Olímpicos?

Además de recibir a Ana, la capital francesa tendrá a muchos más royals europeos que asistirán a la ceremonia inaugural que tendrá lugar en el río Sena. Esta será la primera vez que este evento no tendrá lugar dentro de un estadio, ya que decenas de barcos llevarán a miles de atletas en un recorrido a lo largo del Sena, momento en el que miembros de la realeza estarán presentes. Además de nuestros reyes, otros monarcas que han confirmado su asistencia son Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia, el príncipe heredero de Oslo, Haakon, que representará a su país debido al débil estado de salud de su padre, el rey Harald, cita a la que acudirá acompañado de su esposa, la princesa Mette-Marit.

Allí también estarán el rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima con sus dos hijas mayores, las princesas Amalia y Alexia y se rumorea que también podríamos ver en París al rey Federico X y a su mujer, Mary Donaldson, al igual que a los príncipes Alberto y Charléne de Mónaco. Sin duda, una reunión deportiva de lo más real que ya estamos deseando ver con nuestros propios ojos.