El próximo 14 de enero, Federico de Dinamarca (56 años) cumplirá su primer aniversario como rey. Después de que su madre, la reina Margarita, abdicará durante su discurso de fin de año, el entonces príncipe asumió su papel, acompañado de su esposa, Mary Donaldson. Desde entonces, la pareja real ha pasado por muchas situaciones. Críticas por su desempeño, opiniones sobre su vida privada o el revuelo que aún generan las fotos que publicó la revista Lecturas del monarca con Genoveva Casanova en Madrid han marcado este primer año de mandato.
Pero, con sus más y sus menos, Federico y Mary han logrado llevar a cabo sus obligaciones con entereza, estrenándose en algunas responsabilidades como la cena de gala de Año Nuevo o el discurso de Nochevieja, en el que el rey agradeció el apoyo constante de su mujer. A pesar de todo ello, Federico ha querido ir un paso más allá y ha tomado una histórica decisión con la que se aleja del camino que siguieron sus predecesores.
¿De qué se trata? Pues tiene que ver con un símbolo muy importante del país: el escudo de armas. Durante los 500 años que lleva establecido, este elemento ha lucido tres coronas que homenajeaban la Unión de Kalmar, que juntaba a Dinamarca, Noruega y Suecia, y cuyo gobierno tuvo lugar desde el país danés entre 1397 y 1523. Desde 1819, la Casa Real danesa ha ido añadiendo modificaciones, concretamente cuatro: en 1903, 1948, 1972 y, la última, en 2024. En las tres primeras, el cambio era mínimo, pero el último ha provocado una gran controversia.
El pasado diciembre, el padre de Christian de Dinamarca decidió dar más protagonismo en el escudo a los territorios autónomos de las Islas Feroe y Groenlandia, de los que también es soberano. Y, para ello, el monarca eliminó las tres coronas que habían adornado este símbolo durante siglos y las sustituyó por un oso polar y un carnero de tamaño considerable que representan esas dos naciones.
"El rey desea, mediante modificaciones al escudo de armas real establecido en 1972, crear un escudo de armas real contemporáneo que refleje los territorios autónomos y tenga en cuenta la historia y la tradición heráldica", se podía leer en el comunicado de la Casa Real de Dinamarca explicando la transformación. Una decisión que ha sorprendido a varios historiadores y que ha hecho que el reinado de Federico marque una diferencia con los anteriores. También se ha considerado un movimiento para proteger a estos territorios de las últimas polémicas políticas.
El primer discurso como rey de Federico X de Dinamarca
"El Año Nuevo deja claro el paso del tiempo. Cuando el reloj marca las 12, dos años se tocan y los finales se convierten en comienzos. Esta noche decimos adiós al año viejo y damos la bienvenida al nuevo". Con esta profunda reflexión, Federico de Dinamarca empezaba su primer y extenso discurso de Nochevieja.
Una tradición que hasta el año pasado llevó a cabo su madre. "Algo ha cambiado. Aunque todos hemos tenido un año para acostumbrarnos a la idea, soy consciente de que todavía puede haber gente nerviosa. ¿Puede el discurso de Año Nuevo ser pronunciado por otra persona que no sea la reina Margarita?", cuestionaba, dando un lugar a su madre en este discurso.
El monarca hizo un repaso de su primer año de reinado, en el que ha destacado el papel esencial de su mujer, Mary. "El 14 de enero. El viaje por las calles de Copenhague hasta Christiansborg. El último gabinete de mi madre. Los minutos previos a que se abrieran las puertas del balcón. Una respiración muy profunda. La multitud frente a mí y mi familia justo detrás de mí. Dar un paso adelante y encontrar tanto apoyo, alegría y amor. Estar en el balcón junto a la reina Mary intentando asimilar todo, conmovido y abrumado. Nos lo llevaremos con nosotros para siempre. Muchas gracias", ha enumerado.
Finalmente, muy agradecido por el apoyo recibido, acababa su intervención deseando "a todos los daneses un feliz año nuevo. Tenemos mucho de lo que estar orgullosos y felices. La confianza. La humanidad. La cohesión. Mi primer discurso de Año Nuevo no volverá a ocurrir, pero nunca lo olvidaré. Puede que quizás sea decir demasiado, pero Mary y yo no podríamos haber deseado un mejor comienzo como reyes. Esperamos afrontar todo lo que sigue en el nuevo año. Gracias por el año pasado y muy feliz año nuevo", terminaba.