Cuando el príncipe Harry (38 años) publicó sus memorias, ofreció al mundo un relato único y diferente del que siempre se ha tenido de la familia real británica. El hijo menor de Carlos III (74 años) y la princesa Diana de Gales acerca mucho más a los diferentes miembros de su familia, ya que cuenta anécdotas y curiosidades que acontecen dentro del ámbito más privado.
Una de las anécdotas más graciosas es que los hijos del príncipe Harry y Meghan Markle, Archie y Lilibet, tenían por costumbre llamar a su bisabuela, la reina Isabel II, Gan- Gan. Un apodo cariñoso que en la familia se llevaba usando curiosamente desde hacía años. Resulta que esta tradición se remonta al príncipe Guillermo y al príncipe Harry. Los dos hermanos solían llamar Gan-Gan a la Reina Madre, su bisabuela. Y cuando el príncipe Guillermo y Kate Middleton fueron padres y convirtieron a Isabel II en bisabuela, volvieron a utilizar ese nombre para que los príncipes George, Charlotte y Louis se dirigieran así a la monarca. Algo que después repitieron Archie y Lilibet.
Meghan Markle y el príncipe Harry, junto a sus hijos Archie y Lilibet
Curiosidades de la Familia Real británica reveladas en las memorias del príncipe Harry
Son muchos los datos y curiosidades que el duque de Sussex saca a relucir sobre los miembros de su familia en su libro 'En la sombra'. Harry se desnuda y permite que los lectores conozcan mejor detalles de la personalidad de su entorno más cercano. Además, en sus páginas confirma algunos de los grandes rumores que han circulado sobre la familia real a lo largo de los años.
Desde hace mucho tiempo, se hablaba de que la longevidad de su bisabuela, Isabel Bowes-Lyon, conocida como la Reina Madre y que vivió 101 años, se debía a los gin tonics. El príncipe Harry lo ha confirmado. Cuenta que un día de verano en Balmoral, su Gan- Gan, "pidió un cóctel martini, y al cabo de unos instantes alguien le acercó un vaso helado lleno de ginebra". Afirma que fue la ocasión perfecta para él para pedir un cóctel delante de su familia por primera vez.
Con respecto a su abuelo, el duque de Edimburgo comenta que era un experto en hacer barbacoas en Balmoral. El príncipe asegura que no le costaba ningún trabajo remangarse y ponerse a cocinar los filetes de venado. En esas ocasiones, la reina Isabel II se dedicaba a elaborar los aliños: "La especialidad de la abuela era el aderezo de la ensalada, y había preparado una gran cantidad".
Harry también revela datos sobre porqué se abren los regalos el día de Nochebuena, sobre la razón por la que su abuela utilizaba tapones para los oídos para asistir a los conciertos, e incluso habla de los perfumes que han usado sus progenitores a lo largo de los años.
Familia real británica
Los estudios no eran el punto fuerte del príncipe Harry
Sin ningún tapujo, el duque de Sussex revela que no fue un buen estudiante durante su infancia y adolescencia. Su primer colegio fue el Wetherby, en Londres, y más tarde asistió a Ludgrove. Tanto el príncipe Harry como su hermano mayor, el príncipe Guillermo, acudieron al prestigioso colegio Eton. A esta institución han acudido príncipes, académicos, escritores, más de veinte primeros ministros británicos y un sinfín de personalidades relevantes dentro de la sociedad inglesa. Fue en este centro donde el duque de Sussex supo que no estaba hecho para estudiar.
La personalidad del príncipe Harry no encajaba demasiado con las normas estrictas que se seguían en Eton, y hasta colocarse en condiciones el uniforme suponía toda una hazaña para el hijo menor de Carlos III y Lady Di. El atuendo está compuesto por levita, camisa, cuello blanco almidonado, broche, corbata y pantalones de raya diplomática. A pesar de las dificultades, se graduó en este colegio pero no quiso seguir estudiando en la Universidad, a pesar de haber realizado los exámenes de acceso.
El príncipe Harry admite que "no me imaginaba a mí mismo varios años con la cabeza metida en los libros. Y mi tutor en Eton tampoco. 'La Universidad no es para ti, Harry' me dijo sin rodeos". Y así fue como llegó a la conclusión, tras hablarlo y consultarlo con su padre, de que prefería alistarse en el Ejército para poder desarrollarse y tener un futuro y una labor diferente durante unos años. De esta forma, se mantenía lejos de los focos de la prensa y podía seguir con su vida con mayor libertad.