El hijo de Camilla Parker se pronuncia sobre la guerra entre los príncipes Guillermo y Harry

En la década de los noventa pasó por un infierno simplemente porque era hijo de la amante del príncipe Carlos. Hoy todo eso forma parte del pasado y su madre, Camilla Parker Bowles (77 años) es la actual reina de Reino Unido junto al ahora rey Carlos III (75 años). Hablamos de Tom Parker Bowles, un personaje dentro de la familia real menos conocido pero que también sabe lo que es estar en el centro de la fama y siendo el objetivo de la prensa, algo que siempre ha tenido en común con los príncipes Guillermo (42 años) y Harry (40 años), hermanos que llevan ya un tiempo enfrentados y separados y sobre cuya relación y pasado ha querido hablar recientemente.

Tom Parker Bowles habla de los príncipes Harry y Guillermo

Tal y como aseguran desde el medio francés ‘Point de Vue’, Bowles es totalmente consciente de que lo que él tuvo que soportar cuando era joven no fue nada comparado con lo que tuvieron que afrontar el Príncipe de Gales y el Duque de Sussex.

Aunque podemos contar sus apariciones públicas conjuntas con los dedos de una mano, Tom y Laura Parker Bowles, los hijos de la reina Camilla, parece que han conseguido formar una familia junto a los de Carlos III, teniendo en común los baches que todos ellos atravesaron en la década de 1990. “Hace mucho tiempo aprendí a no involucrarme en los asuntos de Guillermo y Harry”, explica Tom a este medio, dejando claro que las cosas entre los hermanos les pertenecen a ellos, añadiendo que “lo que ellos pasaron fue terrible. Yo he pasado por una billonésima parte del infierno que ellos tuvieron que atravesar y, vaya, puedo decirte que les comprendo", comentaba.

Lo bueno y lo malo de llevar el apellido de Camilla

"He sufrido críticas toda mi vida", recuerda, aunque asegura que "con el tiempo uno se acostumbra". Tom se ha convertido en un experto en gastronomía, tanto que incluso ha llegado a lanzar el libro ‘Cooking and the Crown’, su último trabajo sobre los hábitos alimenticios y las recetas favoritas de la familia real británica, llegando a ser acusado de nepotismo y de sacar provecho de su estatus como yerno del rey.

 

 

 

 

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Sin embargo, Tom parece haber aprendido a dejar a un lado estas críticas y parece estar centrado en su vida y su trabajo, siendo consciente de que su nombre y apellido, aunque hayan podido resultar muchas veces una carga, también abren muchas puertas. "Sabes tan bien como yo que hay ventajas", admitía en una entrevista reciente con 'The Telegraph'. "A la gente de marketing le encanta. Si mi nombre fuera Tom Smith, no habría sido invitado al programa 'Good Morning America'. Probablemente no estaría haciendo esta entrevista", confesaba, muy sincero.

El infierno que vivió de joven por su madre

Lo cierto es que su historia con la familia real no ha sido fácil. Tom todavía era estudiante cuando la aventura de su madre con el príncipe Carlos se hizo pública en la prensa, un momento especialmente difícil para él siendo tan joven. "Recuerdo que los paparazzi me perseguían a 160 km/h tratando de tomar una foto. A mi madre le gritaban, algunos esperaban que reaccionara, incluso nos empujaban. Fue horrible, y obviamente quieres proteger a tu madre. Llegué a contar el número de fotógrafos esperando en la puerta, mirándonos y tomando fotos, y todo me llegó a parecer tan normal como tomar huevos con bacon en el desayuno. No sabíamos qué hacer... Pero fue realmente bárbaro".

Su consejo a Lola, su hija de 17 años

Con ya casi 50 años a sus espaldas, entre las preocupaciones actuales de Tom Parker Bowles se encuentra el temor de que su hija Lola, de apenas 17 años, se acabe convirtiendo pronto en interés de la prensa y de los paparazzi, repitiéndose la historia. “Mientras están en la escuela, los niños están protegidos. El problema empieza a surgir cuando empiezan a salir. (…) Sólo le digo que no confíe en todo el mundo, y que no la pillen saliendo tambaleándose de las discotecas, como me pasó a mí”, confiesa.

Esto es algo que le ocurrió durante los noventa, cuando comenzaba su carrera como relaciones públicas y un medio británico reveló que había comprado drogas en el festival de cine de Cannes, provocando un gran escándalo. “En aquel momento, estábamos en el apogeo de la era de los tabloides”, recuerda Tom, que reconoce que no está “en condiciones de sermonear a mis hijos sobre el alcohol y las drogas”, aunque quiso añadir que se trata de “prácticas peligrosas, no las apruebo, pero lo que siempre les digo es: 'si os pasa algo malo llámanos y avisa a los servicios de emergencia inmediatamente'", dejando claro que quiere estar ahí para sus hijos sea como sea.