Su decisión de divorciarse del emir de Dubái, con quien estuvo casada durante la década de los 70, le llevó a vivir un auténtico infierno. Randa bin Mohamed Al Banna fue expulsada de los Emiratos Árabes y se le prohibió volver a ver a su hija.
La historia de la que fue la primera mujer de Mohamed bin Rashid Al Maktoumse asemeja mucho a la que ha protagonizado este verano Haya de Jordania, quien aún mantiene un pleito con el mandatario por la custodia de sus dos hijos en común, Jalila, de 12 años, y Zayed, de 8 años.
Desde entonces, Randa no se ha pronunciado sobre la horrible situación que le ha tocado vivir. Sin embargo, el mediático caso de la princesa Haya ha conseguido que se sincere públicamente sobre su situación, unas confesiones que, además de servir de ayuda en el caso de la también exmujer de Mohamed bin Rashid, podrían mejorar también sus tesitura. Randa ha decidido dar un paso al frente y revelar su historia, y lo ha hecho concediendo una entrevista a The Sunday Times. Sus asombrosas palabras no han dejado indiferente a nadie, desvelando un desalmado episodio que retrata a un emir inhumano.
Fue en 1972, a sus 16 años, cuando Randa conoció a Mohamed bin Rashid Al Maktoum durante una fiesta celebrada en Beirut. Tras este primer encuentro, el emir no tardó en invitarla a Dubái, donde las exclusividades de la vida real pronto sedujeron a la joven, que terminó por casarse con su pretendiente. Su primera hija, Manal, nacía en 1977. A pesar de que el comienzo de su relación fue feliz, la princesa no tardó en darse cuenta del fuerte carácter de su pareja. "Mohamed es cualquier cosa menos un hombre fácil. Realmente no lo es. Es muy terco, difícil y restrictivo", confesaba.
Cada vez más "asfixiada" por la situación, decidió divorciarse, una iniciativa que le ha salido cara. La joven fue expulsada de Emiratos Árabes y enviada a Beirut. Se la separó de su hija, a la que no ha vuelto a ver desde entonces. Su esperanza por reencontrarse con su hija ha mantenido a Randa en silencio, pero el caso de Haya de Jordania y los supuestos secuestros y abusos que sufrieron las princesas Shamsa y Latifa, nacidas de los posteriores matrimonios del emir con otras mujeres, han hecho que la exmujer del mandatario quiera sacar a la luz su historia. "Lo he perdido todo", dice ahora. “Perdí a mi familia, perdí mi casa, perdí a mi pequeña hija, perdí mi dignidad y mi orgullo. Pagué todo con el precio del amor".
En el año 2000, Randa regresó a Dubái para exigir a su exesposo que le permitiera hablar con su hija. El emir le facilitó una dirección y le advirtió de que se vistiera elegante con sus mejores galas y que fuera hasta el lugar indicado. Allí las palabras del emir fueron las siguientes: "Trata de identificarla, quiero ver el instinto de una madre", asegura Randa, ante un grupo de chicas de la edad de su hija. Al día siguiente, Randa abandonó Dubái sin llegar a ver a Manal.
Cinco años más tarde, Randa quiso volver a intentar encontrarse con su hija en un viaje que comenzó con un brutal ataque del que acabó con varias vértebras rotas. Randa despertó en un hospital. Asegura que cuando abrió los ojos, a los pies de su cama estaba Mohamed bin Rashid Al Maktoum.