El pasado jueves 9 de enero Kate Middleton celebraba su 43 cumpleaños. Una fecha muy importante tras pasar una de las épocas más convulsas de toda su vida. Y es que la princesa de Gales ha estado varios meses fuera del foco mediático después de ser diagnosticada de cáncer. Una enfermedad que la ha tenido en recuperación y tratamiento hasta el pasado septiembre.
Para festejar este día tan especial parece que Guillermo y Kate, según han contado en 'The Daily Mail', planearon un encuentro con sus hijos, varios amigos y familiares. Un evento en el que charlar, pasar un buen rato después de tantas preocupaciones y en el que algunas personas pudieron ver cómo Middleton se ha transformado a lo largo de su año increíblemente turbulento.
Con George, Charlotte y Louis ya en la escuela y retomando sus actividades tras esta época festiva, Kate habría dejado claro a todo su círculo cercano que su vida ya no es la misma y que sus prioridades son totalmente diferentes ahora. De hecho, algunos de sus amigos han hablado con el citado medio asegurando que la futura reina de Reino Unido "ha cambiado como persona".
Estos miembros del círculo cercano de la princesa han revelado que Kate ha estado este año en un "espacio mucho más seguro". Y es que como dijo la propia Middleton, ha tenido que mirar hacia su futuro con esperanza mientras se daba cuenta de las cosas que de verdad importan en la vida. Sin embargo, la enfermedad también la ha obligado a dar un paso atrás en la institución para centrarse en sí misma y poder así reevaluar sus prioridades.
Cuando Kate ingresó en la Clínica de Londres para una cirugía abdominal el pasado enero, su enfermedad no parecía una emergencia, pero el tabloide británico ha confirmado que la princesa sí era consciente de la gravedad y de la posibilidad de tener una recuperación prolongada antes de que comenzara todo el proceso y tratamiento. Eso sí, al principio le dijeron que su afección no era cancerosa, aunque más tarde le informaron que se había descubierto el cáncer (pero no se sabe de qué tipo).
Tras el diagnóstico, los amigos de Kate están de acuerdo en que cualquier persona a la que le digan que tiene la enfermedad sufre un duro varapalo y es normal que cambie en muchos sentidos. De hecho, a pesar de que la princesa está de vuelta en algunos eventos oficiales, lo cierto es que todavía está planeando un regreso lento a sus funciones reales. Desde hace meses además la prensa del país se ha hecho eco de que esta experiencia traumática ha llevado a Middleton a centrarse en sus hijos y e su familia, aunque un compromiso con la monarquía también esté dentro de sus prioridades.
"Su perspectiva es completamente diferente y eso ha afectado de manera directa en las decisiones que ha tomado durante el último año. Pero su familia y sus hijos siguen estando en el centro de su universo", ha dicho una de sus amigos dijo la fuente, añadiendo que tanto ella como Guillermo tienen un compromiso con el deber, el servicio y el uso de su imagen como altavoz. "Se está trabajando es en formas con las que se pueda equilibrar su faceta como padres con el de de sus obligaciones como príncipes de Gales", han añadido.
El último susto de salud de Kate Middlenton
En medio de su vuelta a la rutina (aunque todavía quede mucho para que regrese a la absoluta normalidad de la agenda real), los medios británicos también han sacado a la luz el último susto de salud de la princesa, quien durante meses ha asegurado que va a tomarse el tiempo necesario para su completa recuperación.
Según cuentan los tabloides del país, Middleton se está viendo sometida a mucho estrés durante su regreso, algo que ha querido evitar a toda costa. Tal y como ha revelado 'The Mirror', ella "es claramente la favorita de todos y el miembro de la corona más respetado por los ciudadanos en general, algo que ella aprecia, por supuesto, pero también la pone bajo una enorme presión porque se le pide su opinión para cada movimiento que hace la monarquía".