Los gestos más reveladores del príncipe Guillermo a Kate Middleton cuando cree que nadie le ve

La enfermedad de Kate Middleton (42 años) no ha hecho más que afianzar su matrimonio con el príncipe Guillermo (42 años). Así lo reconocía él mismo durante los meses en los que su mujer tuvo que dejarlo todo a un lado para centrarse en su recuperación. "Ha sido terrible. Probablemente, ha sido el año más difícil de mi vida. Tratar de superar todo lo demás y mantener todo en orden ha sido realmente difícil (...) Estoy muy orgulloso de mi mujer, estoy orgulloso de mi padre, por manejar las cosas como lo han hecho. Pero desde un punto de vista personal y familiar, ha sido brutal", declaraba. 

Ese antes y después también se ha reflejado en su actitud. Se sabe que una de las normas no escritas que todavía mantiene la Casa Real británica es que sus miembros no deben expresar sus sentimientos y mucho menos manifestarlo a través de gestos. A diferencia de Harry y Meghan, que siempre aparecen de la mano o, incluso, se besan en público, los príncipes de Gales son muy reacios a regalarse gestos de cariño en público. Algo que habría cambiado por completo...

Cada vez es más habitual ver como Guillermo y Kate se muestras cómplices y cariñosos ante las cámaras. Este martes 3 de diciembre los príncipes de Gales reaparecían en el Palacio de Kensington con motivo de la visita de Estado del Emir de Catar y su esposa. 

Los invitados eran recibidos con honores en el Horse Guards Parade, momento en el que Kate y Guillermo se olvidaban por un momento de las cámaras y se mostraban como una pareja más. Tal y como se puede ver en la imagen, el príncipe heredero ha estado muy pendiente de su mujer y la acariciaba con cariño para guiarla consciente de que todavía no está recuperada del todo. 

Después, la pareja no dudó en compartir confidencias mientras disfrutaban del desfile. Gestos que hace meses serían impensables. Tras la ceremonia, todos se trasladaron hasta el Palacio de Buckingham donde ha tenido lugar un almuerzo. No obstante, esta noche Kate Middleton será la gran ausente de la cena de gala, y es que tal y como han informado desde Casa Real, la princesa debe "ahorrar energía" para afrontar el tradicional concierto de villancicos en la Abadía de Westminster el próximo 6 de diciembre. Una celebración a la que podrían sumarse sus tres hijos así como los reyes de Inglaterra en un claro gesto de apoyo a la princesa después de un año muy duro para ella. 

Kate Middleton derrocha estilo con el abrigo burdeos que queda ideal con botas

Kate Middleton ha vuelto a lo más alto en cuestiones de estilo con un lookazo que grita lujo silencioso. Este martes, ha derrochado estilo con un abrigo-vestido en el color tendencia de la temporada: el burgundy. La princesa estaba sensacional con este diseño de largo hasta el tobillo que se ajustaba a la perfección a su silueta con una original solapa.

Aunque combina con absolutamente todo, Kate lo ha elevado a lo más alto al llevarlo con unas altísimas botas del mismo color, un total look con el que se veía muy estilizada. Como complementos no faltaba un coqueto tocado a juego decorado con un lazo, con bolso y guantes a juego. 

Respecto a las joyas, aunque no se trataba de un acto de especial relevancia, Kate ha elegido una de las gargantillas más espectaculares de la colección privada de Isabel II. Se trata de un collar compuesto por cuatro filas de perlas cultivadas que se unen en un imponente broche de diamantes. Una pieza que la princesa de Gales ha lucido en más de una ocasión y esta vez ha combinado con unos pendientes también de perlas. 

El comentado feo de Carlos III a Kate Middleton

A lo largo de los últimos meses se ha hablado mucho de la magnífica relación que Kate Middleton mantiene con su suegro, de ahí que haya llamado la atención el cierto "desprecio" con el que el monarca ha tratado a su nuera en su último acto público.

La prensa británica ha puesto el foco en el momento en que Kate Middleton se reencontraba con Carlos III, instante en el que no dudaba en hacerle una reverencia como símbolo de respeto, tal y como dicta el protocolo. Situada en último lugar, justo después del matrimonio catarí y de su propio marido, la princesa de Gales colocaba una de sus piernas detrás al mismo tiempo que inclina su cabeza. Sin embargo, la respuesta de Carlos ha sido de indiferencia absoluta. 

En las imágenes se puede ver como Carlos hace caso omiso al saludo de su nuera y sigue su camino como si nada pasara, un detalle que no ha pasado desapercibido para nadie y ha sido de lo más criticado dentro y fuera de Reino Unido.