El Día del Recuerdo en Reino Unido ha llegado cargado de novedades. Primero desde el Palacio de Buckingham se anunciaba que la reina Camilla (77 años) no podía estar presente debido a la infección en el pecho que padece desde principios de semana. Después la ansiada reaparición de Kate Middleton (42 años) iba a convertirla en la protagonista del día, como así ha sido. De hecho, todos sus gestos han sido analizados al más mínimo detalle y se ha podido apreciar una emoción que no ha sido capaz de controlar.
Las apariciones de la mujer del príncipe Guillermo (42 años) han sido contadas desde principios de año. Tras el anuncio de su enfermedad y su posterior tratamiento desde la Casa Real británica no han querido apresurarse para que ocupe su lugar en los distintos actos oficiales. Por ello, se esperaba con mucho ímpetu esta nueva aparición para poder saber algo más de su evolución médica, ya que las noticias acerca de este asunto han sido bastante escasas durante todo el proceso del cáncer.
La emoción incontrolable de Kate Middleton en su solemne reaparición tras el fin de su quimioterapia
Además, hay que tener en cuenta que es la primera vez desde que se anunció su enfermedad que ha protagonizado dos actos de manera seguida. El pasado sábado aparecía en el Royal Albert Hall con motivo del concierto en honor a los caídos, donde se la pudo ver totalmente radiante y muy feliz ante todos los asistentes que iba saludando en su llegada. No obstante, este acto era más distendido que el del domingo por la mañana, de ahí su notorio cambio.
En la mañana de este domingo la Princesa de Gales acudía de luto riguroso al balcón del Ministerio de Asuntos Exteriores. Tras la ausencia de Camilla, Kate ha estado acompañada por Sophie de Wessex en todo momento. Las dos veían al rey Carlos III y a su hijo depositar las distintas coronas de flores en honor de los caídos en la Primera Guerra Mundial, motivo por el cual el acto se ha caracterizado por la solemnidad.
No obstante, los medios británicos han cubierto este evento con todo lujo de detalles para poder fijarse en los aspectos más destacados. Por ello, desde ‘The Mirror’ destacan la emoción que ha tenido Middleton en uno de estos momentos, donde ha tenido que cerrar los ojos y agachar la mirada. Se trataba de un momento muy emotivo que no ha podido controlar y que demuestra lo mucho que le afectan estos detalles.
Sin duda, estos detalles marcan un año realmente complicado para la heredera a la Corona británica, aspecto que no ha querido controlar y demostrar la humanidad en estos momentos tan especiales. De hecho, tanto ha sido así que incluso la Duquesa de Wessex ha hecho un gesto de complicidad sobre Kate, como ya hiciera el propio Guillermo en la noche del sábado al pasarle la mano por encima del hombro a su esposa.
Las apariciones de Kate Middleton desde el anuncio de su enfermedad
El año no empezó de la mejor manera para la monarquía británica. Kate se sometía a una cirugía abdominal, coincidiendo en tiempo y lugar con su suegro, el rey Carlos III. A sus salidas de la clínica londinense se confirmaban los peores presagios, ya que el Palacio de Buckingham anunciaba el cáncer del monarca. con la heredera se tardó un poco más, ya que hasta marzo no se hizo lo propio para proteger a sus hijos y aprovechando las vacaciones escolares.
Desde entonces el Reino Unido anhela ver a su Princesa reincorporada y, lo que es más importante, recuperada. Middleton es uno de los miembros de la realeza británica más queridos por el pueblo inglés y de ahí los números gestos de apoyo que ha tenido con toda la prensa de su país. Sin embargo, sus reapariciones han sido contadas, pese al interés generalizado que tienen en poder verla presidir distintos eventos.
En el mes de junio se celebró el desfile ‘Trooping the colour’ con motivo del cumpleaños del monarca. Para Kate suponía su primera aparición y era consciente que todo el mundo iba a estar pendiente de ella. Sin embargo, no defraudó y mostró su mejor imagen al aparecer en el balcón del palacio con un rostro bastante recuperado que acababa con todas las especulaciones vertidas sobre su verdadero estado de salud, que era un completo enigma.
Tras ello llegó Wimbledon, una de sus citas favoritas y que rara vez suele perderse. Allí acudió al palco del torneo de tenis junto a su hija Charlotte para volver a dar un golpe sobre la mesa y mostrar que su recuperación estaba en buen camino. Desde entonces han sido varias las apariciones inesperadas, aunque no se traten de eventos oficiales. Hasta que ha llegado este fin de semana que lo ha hecho por partida doble tras haber puesto fin a su tratamiento de quimioterapia y tratar de volver a su vida normal poco a poco.