No están siendo días fáciles para la reina Letizia (51 años). Siempre profesional, en su sitio y constantemente en el punto de mira por su carácter fuerte y con aplomo ante casi cualquier situación, la esposa de Felipe VI está viviendo tiempos convulsos. El pasado 2023 fue un año de muchas emociones para la Reina consorte. La mayoría de edad de su hija Leonor y su jura de la Constitución, la marcha de casa de la infanta Sofía a Gales para cursar sus estudios de bachillerato, las polémicas de su familia política, la delicada salud de su sobrina Carla Vigo o la responsabilidad de sus funciones en la Corona que ella, como mujer muy perfeccionista, cuida hasta el último detalle... Hemos visto a Letizia con vértigo en ocasiones. No obstante, y a la vez, también podemos afirmar que su imagen es más respetada, aplaudida y querida que nunca. La popularidad de la Reina está disparada y su imagen junto a Felipe VI y sus hijas es de unión y de futuro para la Corona.
No obstante, Letizia ha tenido que hacer frente en los últimos meses a varias polémicas. Situaciones amargas que, según ha contado a Lecturas la escritora y experta en Casa Real Pilar Eyre, parten de una "conjura" para dañar su imagen. Un daño tan gratuito como inesperado, que además parte de una persona que era amiga y confidente. Jaime del Burgo, quien fuera marido de su hermana Telma Ortiz e íntimo amigo de ella, ha propiciado malestar en la reina haciendo públicos unos mensajes muy controvertidos y explosivos.
Al dardo de Del Burgo se suman otras polémicas declaraciones del periodista Jaime Peñafiel, no sin consecuencias. Lejos de hacer daño a la imagen de la Reina, esta "conjura" para hundir a la madre de la Princesa de Asturias ha llevado a todo el mundo a protegerla, a cerrar filas y arroparle, como nunca antes. Su núcleo duro se ha hecho más fuerte, de hecho ha crecido pues la consorte se ha encontrado incluso con los apoyos más inesperados, de la prensa tradicional a su familia política.
Los 3 gestos para proteger a la reina Letizia en su momento más convulso
Letizia ha continuado con sus compromisos instituciones como si nada pasara, y lo ha hecho con la mejor de sus sonrisas, con la tan aplaudida naturalidad que le ha acompañado en los últimos tiempos y el mismo rigor que de costumbre. No obstante, sí que hemos visto a la Reina tocada en algunos momentos. Sin ir más lejos, su enfado empañó el día grande de su hija Leonor el pasado 31 de octubre, cuando juró la Constitución en un día ya histórico.
Eyre contó en Lecturas que doña Letizia supo de las intenciones de su excuñado el pasado 30 de octubre, un día antes del 18 cumpleaños de su hija mayor, lo que explicaría su actitud, seria y desencajada, en las Cortes al día siguiente. La reina no se esperaba esa traición y su propia hija Leonor, que ya es una mujer adulta, le abrazaba en público, mostrándole su cariño, afecto y apoyo ante los ojos de todos. Don Felipe también se mostraba atento a su mujer y así ha sido en todas y cada una de sus apariciones en estas últimas semanas. Pero no solo la familia del rey ha estado ahí junto a Letizia, y estos tres gestos demuestran que está más acompañada y arropada que nunca.
Las palabras de amor de su hermana Telma por primera vez
Telma Ortiz siempre ha esquivado a la prensa y jamás le hemos escuchado hablar ante un micrófono, mucho menos de sus sentimientos. No obstante, la hermana de la Reina ha atendido a las cámaras de Europa Press a la salida de un evento y lo ha hecho con la mejor de sus sonrisas. Y con un propósito.
Sus inesperadas palabras no solo habrán llegado al corazón de su hermana sino que, además, tienen más sentido que nunca. Telma ha dicho que quiere muchísimo a su hermana Letizia y que está "muy orgullosa" de su papel como Reina de España. Con este gesto público Telma ha dejado claro que protege y que está, ahora más que nunca, al lado de ella.
El silencio de la prensa ante la gran polémica de Letizia
La reina Letizia se ha ganado el respeto de todos con mucho esfuerzo y trabajo. Su vida cambió de la noche a la mañana cuando se convirtió en Princesa de Asturias y desde el verano de 2014 en Reina, para ella no ha sido fácil renunciar a su vida y convertirse en la compañera del Rey Felipe VI. Su gran popularidad no le ha llegado de la noche a la mañana, sino todo lo contrario. Demasiado seria, recta o poco natural son algunas de las mayores críticas que ha recibido, una reina plebeya y divorciada que ha sido el dardo de las plumas más críticas y las lenguas más afiladas durante años.
Llenar páginas y horas de televisión hablando de las últimas polémicas de las que ha sido protagonista podría ser fácil, jugoso y hasta morboso, pero de nuevo se han cerrado las filas y puesto la lupa en su trabajo y en su dedicación a sus funciones dentro la Corona, siempre acompañando al Rey y proyectando estabilidad en la institución. Letizia está en valor y no hay polémica que empañe esto.
Un inesperado acercamiento con sus cuñadas, las infantas Elena y Cristina, y hasta con el rey emérito
En el cumpleaños de Leonor ya vimos como la familia del rey Felipe VI se reunía para celebrar la mayoría de edad de la futura reina de España. Lo hacían dejando atrás viejas rencillas y enfrentamientos, innumerables polémicas de las que han sido protagonistas. La mala relación de doña Letizia con sus cuñadas es un hecho pero atrás quedaron los malos rollos, justo ahora que el núcleo duro de la Reina se ha unido para protegerla; este núcleo incluye a las hermanas de su marido, a los hijos de estas y a sus suegros, los reyes eméritos. Así ha quedado demostrado.
Este paso al frente que propiciaría una reconciliación o al menos un claro acercamiento terminó de confirmarse el pasado mes de diciembre, cuando Letizia volvía a reunirse con la familia de su marido en el 60 cumpleaños de la infanta Elena. Una celebración en un restaurante, totalmente privada, a la que acudió relajada y con la mejor de sus sonrisas.
En estas citas también ha estado su suegro, el rey Juan Carlos. Aunque siguen evitando la imagen juntos, es un hecho que ha habido ocasiones de verse y acercarse de algún modo. Salta a la vista que Letizia está más arropada que nunca y es que, como dicen, a veces es necesario tropezar o caer para saber quién está contigo en los peores momentos.
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