La reina Letizia, incómoda, obligada a tomar una decisión insólita en su gran noche en el Palacio de Marivent

La reina Letizia ha ejercido de anfitriona de unas 600 personas en el Palacio de Marivent durante un evento en el que ha tenido que tomar una decisión debido a sus dolencias con la que ha dejado una imagen que allí jamás se había visto

Helena Arriaza
Helena Arriaza

Redactora digital de Lecturas

Letizia
Gtres

A los reyes Felipe (56 años) y Letizia (51 años) y a la reina Sofía (85 años) les ha tocado ejercer de anfitriones en Palma de Mallorca. Un año más, el Palacio de Marivent ha abierto sus puertas para celebrar la tradicional recepción a las autoridades y a una representación de la sociedad balear. Eventos como este, con tantos invitados, en los que las cámaras están presentes y en los que los Reyes muestran su lado más divertido, dejan muchos instantes señalados. Esta vez, ha sucedido algo que hasta ahora no había ocurrido en este acto que cada año celebra la familia real en Mallorca. Un asunto que está relacionado con la salud de doña Letizia.

Hace semanas que la reina Letizia comunicó que había sufrido una rotura en el dedo del pie debido a un accidente doméstico. Algo a lo que hay que sumar que padece una incómoda dolencia. Se trata del Neuroma de Morton, que lleva a que tenga mucho dolor en la zona. Algo que en los últimos meses se ha visto incrementado. Esta situación ha llevado a que doña Letizia haya tenido varios gestos en las últimas semanas que hasta ahora no se daban. Pues bien, dos de ellos los ha llevado a cabo en la noche más especial de sus vacaciones en Palma de Mallorca.

Los gestos de incomodidad de la reina Letizia en el Palacio de Marivent

El más llamativo, ha llegado cuando se ha apoyado en un taburete durante el saludo a sus 600 invitados. En las últimas semanas, esta se ha convertido en una práctica habitual en algunas de las apariciones de la reina Letizia. Cuando el acto implica que tenga que estar bastante tiempo de pie, doña Letizia siempre tiene a mano un taburete para poder apoyarse o sentarse y que así sus pies puedan descansar. A veces hace uso de él y a veces no, ya que intenta aguantar lo posible de pie. Pero en la cena celebrada en el Palacio de Marivent sí que se ha apoyado y ha vivido desde ahí el besamanos que ha durado más de media hora.

El otro gesto que ha destacado, ha sido el hecho de que haya lucido sandalias planas. En eventos en los que en años anteriores ha lucido zapatos de tacón o alpargatas con cuña, en estos meses se ha dejado ver de plano. Esto es algo que ha vuelto a suceder en su noche más señalada en Mallorca, puesto que ha lucido unas sandalias doradas. Doña Letizia ha vuelto a demostrar que no hacen falta unos zapatos de tacón para ir estilizada y marcando tendencia. Esta vez, las ha llevado con un vestido con estampado étnico con el que ha lucido tan elegante como cómoda y con el que ha vuelto a dictar tendencia.

Letizia taburete
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La reina Letizia, cercana durante sus vacaciones en Mallorca

Más allá de sus gestos de dolor, la reina Letizia ha podido mostrar su lado más distendido en el Palacio de Marivent. Pese a sus dolencias, ha sonreído, ha charlado amigablemente con sus invitados, ha intercambiado gestos de complicidad tanto con el rey Felipe como con la reina Sofía, ha disfrutado de un exquisito menú con guiños a la isla… Un verano más, ha celebrado con creces su última gran cita del curso. Ahora, lo que le queda es disfrutar de unos días en familia.

Por el momento, la reina Letizia ya no tiene más actos previstos en su agenda oficial. Pero esto no quiere decir que no se le vaya a ver. Como cada año, en los próximos días hará aparición junto al rey Felipe y sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía. La familia real hará algunos planes distendidos en la isla que les servirán confirmar esa estrategia que les persigue desde hace meses para sacar a relucir su lado más distendido.