La relación entre Carolina (66 años) y Charlene de Mónaco (45 años) siempre ha estado examinada con lupa. A pesar de que la casa real monegasca siempre ha actuado con cautela y nunca se ha pronunciado al respecto, lo cierto es que los rumores siempre han asegurado que las cuñadas no se aguantan. Por eso sorprendió su cómplice encuentro el pasado 19 de noviembre en el día nacional, donde todo principado se engalanó para su jornada grande, en la que de nuevo los miembros de la familia Grimaldi volvieron a ser los protagonistas. Entre tanto invitado no podían faltar los hijos que la princesa tiene en común con su marido Alberto, los mellizos Jacques y Gabriella, que están a punto de cumplir nueve años. Los protagonistas de la discordia entre las cuñadas.
La verdadera relación de Charlene y Carolina de Mónaco
A primera vista, la princesa Charlene de Mónaco tiene mucho en común con su cuñada. Ambas mujeres se preocupan por el principado y desempeñan sus deberes reales con elegancia y discreción. Pero no solo eso, las dos han luchado contra la incesante atención de la prensa sensacionalista europea y han tenido hijos que, en un momento u otro, 'heredaron' el trono monegasco. Sin embargo, a pesar de tener vidas paralelas, todo lo relacionado con su relación se ha asociado con una actitud incómoda. Como explicó la experta real Arlene Pisloo en su libro 'Charlene: en busca de una princesa', solo hay una "mujer aliada" de la princesa en la casa real "y no es Carolina". Aparentemente, la princesa Estefanía, más joven y rebelde, ha sido la persona que ha ofrecido su apoyo a la consorte. Según cuenta la escritora, cabe preguntarse si simplemente son incompatibles hay una gran brecha generacional. Al fin y al cabo, Charlene nació en 1978 y Carolina en 1957. En ese sentido, la falta de cercanía entre ambas podría atribuirse a su diferencia de edad.
Lo cierto es que es complicado decir exactamente por qué las dos princesas no se llevan bien. Sin embargo, con el paso de los años se han filtrado a la prensa detalles sobre su relación. Desde una disputa por el codiciado puesto de primera dama hasta la exclusión en algunas de las fechas de la sociedad monegasca, lo que provocó que entre Charlene y Caroline cosas estuvieran más tensas que nunca. Uno de los motivos por las que las princesas no tengan la mejor de las relaciones puede estar relacionada con heridas del pasado, en particular el trágico fallecimiento de Grace Kelly. El 13 de septiembre de 1982, la estrella de Hollywood convertida en reina perdió el control de su coche cayendo por un acantilado. Murió un día después. Según 'Express', la hermana de Alberto reaccionó dando un paso al frente para asumir el puesto de su madre. "Después de la muerte de Grace ocurrió un milagro. Carolina se puso en el lugar de su madre. Tiene el mismo espíritu que ella. La forma en que maneja los trabajos que le he encomendado es muy buena. Estoy muy satisfecho y orgullo", dijo supuestamente el príncipe Rainiero.
Charlene y Carolina de Mónaco, enfrentadas.
Cuando Rainiero murió y el príncipe Alberto II subió al trono en 2005, Carolina permaneció en ese mismo cargo. En ese momento, él estaba soltero y muchos lo conocían como el "príncipe playboy". Por eso la hermana mayor del monarca podría haber pensado que siempre sería la primera dama. "Alberto tardó bastante en estar más tranquilo, así que tal vez ella creyó que él nunca estabilizaría su vida sentimental", cuenta Brittani Barger al citado medio. Así, cuando finalmente él se enamoró de su mujer, las tensiones aumentaron. "Cuando Charlene entró en escena y se casaron, Carolina tuvo que dar un paso atrás, algo que provocó el resentimiento", añade. Fue en 2011 cuando la princesa se convirtió en la primera dama oficial de Mónaco no solo asumiendo muchos de sus deberes reales, sino acaparando la atención que hasta entonces había tenido su cuñada.
También hubo rumores de que Carolina no apoyó la boda de su hermano. De hecho, el problema comenzó cuando el fotógrafo sudafricano David Crighton afirmó haber obtenido imágenes de las peleando supuestamente por el anillo de compromiso. "Eran sólo dedos que apuntaban a las caras contrarias", dijo en 'News 24'. Es imposible verificar si esta discusión existió realmente o no, ya que las imágenes nunca salieron a liz. "El palacio quiere comprar mi silencio", añadió el trabajador, que además confesó que la hermana de Alberto y su hermana menor, la princesa Estefanía, tenía un mote para Charlene. "Se referían a ella como 'princesa Barbie' y no era un cumplido" comentó.
Charlene, muy criticada
Luchando siempre por hacerse un hueco en la sociedad de Mónaco, Charlene reveló que le había costado mucho que el pueblo la reconociera y aceptara. "Aunque he conocido a gente maravillosa desde que vivo aquí, los considero a todos como conocidos. Solo tengo dos personas a las que considero amigos", dijo la princesa en 'Tatler'. Si las cosas entre las cuñadas estaban tensas, el nacimiento de los gemelos podría haberlo cambiado todo pero lo cierto es que la llegada de Jacques y Gabriella incrementó la supuesta mala relación. Después de todo, cambiaron la línea sucesoria de la familia: Carolina y sus hijos fueron eliminados para siempre. A pesar de que estuviera molesta, lo cierto es que nunca quiso la corona para ella, pero según cuenta sí que creyó en la posibilidad para su hijo Andrea Casiraghi.
¿Quién se hace cargo de la educación de Jaques y Gabriella?
El gesto de Carolina que ha desatado la irá de Charlene
En medio de todos estos rumores parece Carolina habría decidido tomar partido en la educación de los hijos de su hermano, algo que no habría gustado mucho a Charlene. "Ella está decidida a moldear a los gemelos, especialmente a Jacques, el heredero, según su idea de lo que debería ser un principito. Y eso hace que Charlene esté desesperada porque ve que su cuñada está influyendo en los gemelos", ha dicho la experta real. Curiosamente, la consorte ha dejado claro que no quiere que sus hijos crezcan en medio de todas las presiones del palacio. Además, la hermana de Alberto se ha saltado algunos de los eventos preferidos de su cuñada. De hecho, se ha comentado que la madre de Andrea y Carlota llegó a boicotear una de las galas porque odia el gusto musical de la princesa. Y aunque todo vaya en su contra y parezca que se odien, al final del día el mensaje que deben dar es que "la familia se mantiene unida".