Kate Middleton se ha convertido en la auténtica protagonista de las últimas horas. La duquesa de Cambridge cumplió ayer 40 años y, para celebrarlo, la casa real británica ha querido compartir tres impresionantes instantáneas que han dejado sin palabras a los fans de la monarquía y que entrarán a engrosar la colección permanente de la National Portrait Gallery de Londres.
Tres fotografías que son obra del fotógrafo italiano de moda Paolo Roversi, quien ahora ha contado todos los secretos de la sesión en la que se tomaron las instantáneas que ahora han visto a la luz. En una entrevista al diario ‘Corriere della Será’, ha asegurado que el primer encuentro con la duquesa de Cambridge lo mantuvo el pasado noviembre en el palacio de Kensington, donde ella incluso llegó a darle algunas ideas, y la inmortalizó por primera vez.
"Fue un bonito encuentro, y después unas bonitas fotos. Sin embargo, al principio la duquesa desconfiaba. Cada día la ametrallan los fotógrafos pero no está acostumbrada a posar; conociendo mi trabajo con modelos se mostraba temerosa a la hora de enfrentarse a una sesión que requirió unas cuatro horas de trabajo. 'Pero una vez que empecemos será facilísimo', la tranquilicé. Y así fue”, ha contado sobre esta primera toma de contacto.
Unas instantáneas para las que el invernadero de Kew Gardens se convirtió en un set en el que, eso sí, se optó por la luz natural: “Aposté todo a la luz natural. Ella, con poco maquillaje, nada de peluquería, sencillos pendientes de perlas, el anillo… El foco está en su cara, en la mirada y la sonrisa. No la quería muy ‘señora duquesa’, muy ‘establishment’, sino lo más contemporánea posible, atemporal”, asegura Roversi.
Todo con una protagonista a la que no duda en elogiar: “Es una mujer agradable y cálida, que facilita las cosas y respeta el trabajo de los demás. Rezuma alegría de vivir. Es abierta, generosa, brillante. Creo que puede traer mucha esperanza a Inglaterra y al mundo entero”.
Unos encuentros de los que salieron más de 250 retratos, que al final se redujeron a unos 70. “La primera criba la hice yo, una decena de sus favoritas. Después llegamos a mis tres preferidas y a una suya. La foto oficial es mi favorita, pero también la suya. En la decisión última, Kate ha sido menos decidida que yo”, ha asegurado.
Además, ha contado cómo hizo otras fotos que, por el momento, no han salido a la luz: “Sarah Burton, la estilista de la sesión (directora creativa de la marca de moda Alexander McQueen y diseñadora del vestido de novia de Kate), eligió tres vestidos: uno rojo, los otros neutros. Para el retrato oficial lleva el de organza, como de bailarina clásica. Hasta hice unas fotos en movimiento, la hice bailar delante del objetivo con esa maravillosa falda amplia, una especie de vals acelerado con un poco de rock’n’roll”. Habrá que esperar para descubrir si, finalmente, terminamos viendo esa instantánea bailando o queda en la intimidad.