En los últimos tiempos, la Casa Real danesa ha protagonizado muchos titulares. La mitad se deben a la portada de la revista Lecturas en la que se ve al ahora rey Federico X y Genoveva Casanova paseando por Madrid. La otra parte al cambio de rumbo de la monarquía de Dinamarca tras la abdicación de la reina Margarita a favor de su hijo. Sin embargo, parece que la llegada al trono de Federico y Mary ha calmado las aguas y el matrimonio puede centrarse en sus actos institucionales y personales.
Uno de los más recientes ha sido el 80 cumpleaños de la princesa Benedicta de Dinamarca, la hija mediana de los reyes Federico IX e Ingrid. "Rodeada de sus hermanas, sus majestades la reina Margarita y la reina Ana María, así como de familiares y amigos cercanos, Su Alteza Real la Princesa Benedicto esta noche celebra su 80 cumpleaños en Amalienborg", compartió la cuenta oficial de la Casa Real el pasado lunes 29 de abril. En la imagen se ve a las tres hermanas, vestidas de manera muy elegante, felices e ilusionadas por pasar este día juntas.
Pero la cosa no se ha quedado ahí y este martes la familia real ha querido realizar un retrato oficial para homenajear la entrada en una nueva década de la tía del monarca. Federico y Mary han querido tener este gesto con la princesa para honrar su papel indispensable en la Casa Real de Dinamarca y como gesto familiar de cariño.
En esta fotografía se ve a los reyes en el centro de la composición, rodeados de familiares. En primera línea, sentadas en sillas iguales, se encuentran las tres hermanas. Benedicta, sentada en el centro, se convierte en el eje de esta imagen. La razón por la que sus hermanas, sobrinos, nietos e hijos se han reunido.
"La pareja real había invitado a Su Alteza Real la Princesa Benedicta y a su familia a un almuerzo de cumpleaños en el Palacio de Federico VIII en Amalienborg hoy. La princesa Benedicto cumplió 80 ayer y nació y se crió en el Palacio de Federico VIII. El Palacio es hoy la residencia de Sus Majestades el Rey y la Reina", ha explicado la publicación que acompaña al retrato.
De esta manera, el hecho de que la instantánea haya sido tomada en este histórico emplazamiento suma importancia al gesto. Una forma de sumar un nuevo recuerdo al lugar donde la princesa Benedicta creció y fue tan feliz.
La relación entre Margarita, Benedicta y Ana María
No es extraño que, dentro de las familias reales, haya disputas. No todos los miembros de una clan tienen porque llevarse bien. Sin embargo, en muchas más ocasiones de las que creemos, el vínculo entre rostros royals es profundo y cercano. Lo hemos visto con la unión que formaban la reina Sofía, Irene de Grecia y Constantino II. Y también con la dinámica entre Margarita, Benedicta y Ana María, las tres hijas del rey Federico IX.
De izquierda a derecha, Ana María, Benedicta y Margarita
Su nacimiento estuvo marcado por el cambio y la transformación. Y es que, al no ser ninguna de ellas varón, se tuvo que derogar la Ley Sálica que impedía a las mujeres gobernar por derecho propio en Dinamarca. Las responsabilidades de este papel hizo que las tres hermanas forjaran una relación muy cercana y llena de complicidad. Han estado ahí las unas para las otras, a pesar de haber tomado caminos separados, en cada bache, celebración y transformación vital.
Y no solo eso. Pasan muchísimo tiempo juntas, como las vacaciones o la Navidad. Por ejemplo, han sido ya varios los veranos que las hemos visto pasar la época estival en el palacio de Grasten, en Jutland, o navegar en el yate real Dannebrog. Aunque es cierto que Benedicta y Margarita se ven más a menudo por vivir en el mismo país, no hay ninguna diferencia, en cuanto a confianza, en su relación con Ana María.