Por fin, la Casa Real Británica recibe una buena noticia: Felipe de Edimburgo ha recibido el alta hospitalaria tras ser intervenido quirúrgicamente del corazón. El marido de Isabel II lleva un mes ingresado, y a la afección cardíaca por la que ha tenido que ser operado, hay que sumarle una infección. El Duque ha sido trasladado de hospital hasta en dos ocasiones pero a partir de este momento, ya puede recuperarse en casa arropado por los suyos. Mientras tanto, la Reina ha continuado con su apretada agenta pero sin olvidarse ni un segundo de su marido.
Felipe de Edimburgo ha abandonado el centro médico King Edward VII en su coche privado y acompañado por dos de sus trabajadores de confianza. El abuelo del príncipe Guillermo y el príncipe Harry ha superado este duro bache de salud y, con gran expectación, no ha dejado de mirar a través de la ventana del vehículo.
Felipe de Edimburgo sale del hospital tras un mes ingresado.
Mientras que Isabel II sigue con sus responsabilidades al frente de la Corona, Felipe de Edimburgo regresa a Wood Farm, la finca de Sandringham en Norfolk, lugar donde comenzó una nueva vida tras retirarse de la vida pública en el año 2017.
Sin embargo, mientras su estado de salud ha estado en un momento muy delicado, Meghan Markle y Harry han concedido una brutal entrevista en una cadena estadounidense donde han destapado sus confesiones más duras: suicidios, mentiras, peleas... El matrimonio ha hablado alto y claro sobre su experiencia como miembros de la realeza y la exactriz de Suitsse ha mostrado muy dura con su familia política: "Simplemente no quería estar viva. Era un pensamiento constante, muy claro, real y aterrador".
Isabel II, por su parte, ha decidido romper su silencio a través de un comunicado tras las palabras que Meghan y su nieto han dedicado públicamente a la familia: "Toda la familia está entristecida al conocer el alcance total de cuán desafiantes han sido los últimos años para Harry y Meghan".