Los reyes Felipe VI (55 años) y Letizia (51 años)llevan un año soportando grandes altibajos. Por un lado, durante el 2023 tuvieron lugar algunos de los momentos vitales más importantes para sus hijas, la princesa Leonor (18 años) y la infanta Sofía (16 años). Mientras que la heredera empezaba su formación en la academia militar de Zaragoza, cumplía 18 años y juraba la Constitución, la pequeña abandonaba el hogar familiar para realizar el bachillerato internacional en el UWC Atlantic College. También, vivieron algunos momentos de gran relevancia para toda la familia, como los Premios Princesa de Asturias.
Por otro lado, en los últimos tiempos los monarcas han tenido que hacer frente a rumores complicados, como los sonados tweet de Jaime del Burgo, los comentarios sobre su asistencia al 60 cumpleaños de la infanta Elena o el aniversario de la muerte de Erika Ortiz. Además, fue el primer año en el que su casa se quedaba totalmente vacía tras la marcha de sus dos hijas. Aunque es motivo de orgullo que Leonor y Sofía sigan adelante con sus obligaciones, no hay duda que la independencia de un hijo o hija siempre deja un hueco difícil de ocupar.
El plan que devolverá la felicidad e ilusión a Felipe y Letizia
Ahora, dejando atrás todos estos momentos y mirando hacia el futuro, los reyes tienen una fecha marcada en el calendario. Unos días especiales en los que la ilusión y la felicidad volverán a recorrer cada estancia de Zarzuela. ¿De qué se trata? La vuelta a casa de sus hijas. Tal como recoge 'Mujer Hoy', la princesa de Asturias tiene por delante un año lleno de compromisos y retos en los que demostrara una vez más su entereza y elegancia para hacerles frente. Pero habrá unos días en los que la joven podrá volver a disfrutar de la compañía de sus padres.
Será la semana del 28 de marzo al 4 de abril cuando Leonor vuelva desde Zaragoza para pasar la Semana Santa en casa. Y no solo, la infanta Sofía también podría volver en esos días a España, tal como informa el citado medio. De esta manera, el núcleo principal de la familia real estará completo una vez más. Una estampa que no tenía lugar desde las vacaciones de Navidad y que significará un momento de calma y felicidad para los monarcas en medio de una agenda ajetreada e imparable.
La estrategia de Felipe VI y Letizia dictada desde Zarzuela
Aunque ha sido un año brillante para la Casa Real ha quedado empañada por algunas situaciones o tensiones que podrían poner en duda su estabilidad y unión. Con el objetivo de dejar cualquier duda atrás, Felipe y Letizia habrían iniciado una estrategia, dictada desde Zarzuela, que tendría que ver con su actitud pública.
Aunque siempre nos han regalado planes improvisados, en los últimos tiempos se han sucedido varias salidas inesperadas. Noches de cine, celebrar cumpleaños, ir de tiendas o acudir a un coloquio en la Academia del Cine han sido algunas de las citas a las que los monarcas han acudido recientemente. En cada uno de esos planes, Felipe y Letizia no han tenido reparo alguno en saludar a la prensa e incluso hablar con los periodistas.
Una imagen de calma y sosiego en tiempos en los que se ha llegado a cuestionar su matrimonio. Además, saben que sus apariciones acaparan miradas y que centran la atención en otros elementos, como sus estilismos o los gestos mutuos. De esta manera, mostrándose como un frente unido y calmado, han logrado aplacar cualquier tipo de especulación.
La salida de Felipe VI a la que Letizia se resiste a ir
La más reciente de esas salidas fuera de agenda ha sido la que el rey ha protagonizado al viajar a Baqueira Beret para disfrutar de unos días esquiando con unos amigos. No es un secreto que el monarca adora este deporte, que lleva practicando desde que era pequeño. Sin embargo, es un plan en el que nunca veremos a la reina Letizia. De hecho, es una de las líneas rojas que la reina ha marcado.
Y es que la reina odia esquiar. Desde que empezó su relación quedó más que claro que la hija de Paloma Rocasolano no disfrutaba de las escapadas en al nieve. Lo intentó, dicho sea todo. Tomó clases e intentó encontrarle el gusto a ese deporte que tanto adoraba su entonces novio. Sin embargo, a pesar de todos sus intentos, no hubo manera y la madre de la princesa Leonor no logra disfrutar de esta experiencia. Además, se suma su miedo a ser captada en un momento embarazoso. "Si me caigo, me sacaréis, ¿no?", expresó nerviosa en su primera salida en la nieve en 2004. Un miedo que nunca se ha materializado nunca.