El príncipe Harry (39 años) continúa en el punto de mira de todos los británicos. El cáncer de Carlos III (75 años) provocó que muchos de los habitantes de Reino Unido pensaran que era posible una reconciliación entre padre e hijo pero parece que no ha sido así. La última visita del marido de Meghan Markle dejó ver que a pesar de que el duque de Sussex tenía la intención de tender algún puente con su familia la relación entre ellos sigue siendo muy fría. Pero no solo eso, la condición que habría hecho el hermano de Guillermo para el encuentro con su progenitor mostró la gran tensión que todavía existe y lo poco que parece que alguien de su brazo a torcer.
Además, después de que hace unas horas Harry dejara claro que no le importaría volver a sus deberes reales para echar una mano a la institución, la prensa británica ha publicado las probabilidades que hay de que el hijo de Carlos regrese al lado de su padre para desempeñar cualquier tipo de papel dentro de la Corona. Y es que 'The Daily Mail' cuenta entre sus artículos que hay "cero por ciento de posibilidades" de que el duque intervenga ayudando a la monarquía mientras el Rey se somete a su tratamiento contra el cáncer y la princesa de Gales se recupera de la cirugía abdominal.
Fuentes de palacio han revelado también a 'The Sunday Telegraph' que "no hay vuelta atrás" para Harry después de que este dijese en una entrevista en Estados Unidos durante la semana pasada que pensaba que la enfermedad del Rey podría ayudar a unificar a su familia. Se entiende que los términos de la cumbre de Sandringham, que detallaron la salida de los duques de Sussex de la Familia Real, siguen vigentes, lo que descarta cualquier posibilidad de "estar a tiempo partido" de la monarquía. En la prensa británica se dice además que el marido de Meghan y su padre no discutieron ningún tipo de acuerdo en su reunión de 30 minutos, en la que también estuvo presente la reina Camilla. "Esos términos estaban bastante claros y la enfermedad del Rey no los ha alterado", explican.
Otro informante dijo al mismo medio que la opinión de la difunta reina sobre un modelo híbrido en la Casa Real no era apropiado y "sigue siendo así". 'The Mirror' también explica que "no hay posibilidad" de que el príncipe Harry regrese porque "su hermano no lo permitiría porque cree que no se puede confiar" ni en él ni en su mujer. "Está absolutamente y categóricamente claro que el heredero al trono no le dejará volver", dicen.
Pero por si fuera poco, el pasado sábado 'The Sun' publicó que miembros de la realeza dijeron que desde la Casa Real se temía que el duque de Sussex pudiera tener una conversación sincera con el Rey que provocara que nunca se pudieran deshacer de él. "Harry vino a ver a su padre esperando ir a Sandringham. Pero en lugar de eso le pidieron que estuviera en Clarence House y se le limitó a 30 minutos. El temor era que si iba a a la residencia de su padre nunca podrían quitárselo de encima", escriben.
Harry, que la semana pasada estuvo tres días en Vancouver junto a su mujer para promover los Juegos Invictus del próximo año, dijo a 'Good Morning America' que su propia familia ahora vive en California y sugirió además que algún día podría solicitar la ciudadanía estadounidense. Eso sí, dejó claro que jamás olvidará a su padre y su hermano: "Tengo otros viajes planeados que me llevarán a través o de regreso a Reino Unido, así que pararé y veré a mi familia tanto como pueda".
La cumbre de Sandringham
Hay que recordar que tras varias horas reunidos, la cumbre terminó con un comunicado de la reina Isabel II con el que dejaba muy clara su postura ante este conflicto y sorprendía al mostrarse muy comprensible con su nieto y Meghan Markle. "Hubiéramos preferido que continuaran como miembros de la familia real que trabajan a tiempo completo, pero entendemos su deseo de vivir una vida más independiente", aseguró la monarca.
Un final consensuado por todos tras una cumbre de la que se han ido sabiendo más detalles a lo largo de los años. Según afirmaron fuentes cercanas a la familia real al 'The Daily Mail', la tarde empezó con un encuentro en solitario entre el príncipe Harry y la reina Isabel II. El hijo del príncipe Carlos llegó tres horas antes de la hora fijada para el encuentro y mantuvo una conversación con su abuela, en la que le explico su punto de vista sobre la situación. Una reunión en solitario con la que abuela y nieto intentaron poner fin a aquella tensa situación que mantuvieron durante semanas. Muy unidos durante años, el joven pasó de ser considerado durante mucho tiempo favorito a ser la mayor decepción de la monarca.