Este 2024 está siendo un año que los reyes Federico y Mary de Dinamarca difícilmente podrán olvidar. En enero llegó la proclamación de Federico como rey de Dinamarca y el ascenso de Mary Donaldson a reina consorte. La ciudadanía danesa no le quitaba los ojos al matrimonio, y cada uno de los pasos que han dado han sido analizados con lupa. Las críticas no tardaban en llegar, especialmente por la falta de apariciones públicas. Por ello, la Casa Real danesa debía cambiar de estrategia antes de que la cosa fuera a mayores.
Este verano, Mary y Federico de Dinamarca se han enfrentado a su primera gira de verano como monarcas, una oportunidad perfecta para mostrar una imagen de unidad y fortaleza, pero, sobre todo, una ocasión única de demostrar que su matrimonio goza de una buena salud a pesar de que la nube de rumores y especulaciones señalan lo contrario. A lo largo de esta gira de verano, los gestos de tensión y tirantez han vuelto a ser evidentes. Y es que, más allá de la sombra de la crisis matrimonial, Federico y Mary de Dinamarca también se enfrentan a un gran quebradero de cabeza: las polémicas de su hijo Christian, quien en los últimos tiempos ha protagonizado más de un titular.
La tensión sigue presente entre Mary y Federico de Dinamarca
Tras su ascenso al trono, Federico ya avisaba que su reinado no iba a seguir por los mismos camino que el de su madre, la reina Margarita, quien goza de una enorme popularidad en el país. El actual rey destacaba la importancia de tomarse ciertos “descansos”. “Vamos a hacer las cosas de manera diferente a mi madre...”, deslizaba en su autobiografía 'Palabra de Rey'. Sin embargo, esta estrategia no le salió como esperaba, de ahí que hayan puesto todo su empeño en la tradicional gira de verano. Un momento muy esperado para la población, donde Federico y Mary se han mostrado muy cercanos con la ciudadanía en su paso por Bornholm, Aero, Assens o Vejle.
Los monarcas han estado muy atentos a todo lo que les han contado acerca de las tradiciones, culturas e industrias de cada una de las ciudades que han visitado tras desembarcar del Danneborg. Sebastian Olden, experto en corona danesa, apuntaba a que esta gira era el momento adecuado para hacer un lavado de imagen y, sobre todo, apaciguar todas esas críticas que han sufrido desde la llegada al trono. “Las giras de verano siempre han sido populares entre la población; es la forma de permitir que la presencia real viaje por todo el país. Es simplemente parte del trabajo y de lo que la gente espera”, argumenta.
Sin embargo, la gira también se ha convertido en un arma de doble filo. Y es que, a pesar de que Federico y Mary proyectaban una estampa de unidad y amor cuando los fotógrafos sacaban la imagen, los gestos de frialdad, sobre todo por parte de Mary, han sido inevitables. Es innegable que todo lo que se ha dicho y publicado sobre la figura Federico de Dinamarca en estos últimos tiempos ha hecho mella en el matrimonio. Aunque la situación no era nueva, ya que la imagen de Federico, que ostentaba el título del 'príncipe turbo' por su pasión por la velocidad, es cuanto menos controvertida. Y esto es algo que Mary ya sabía antes de casarse con él. Sin embargo, la situación se ha agravado en estos meses. De hecho, se llegó a publicar que la abdicación de la reina Margarita estaba motivada principalmente por una grave crisis que estaban viviendo Federico y Mary en ese momento. Es más, se habló incluso de que Mary había hecho las maletas para poner rumbo a Australia. Y entre sus planes no entraba el volver a Palacio, pero el ascenso al trono consiguió frenarlo todo. Eso sí, lo que no han conseguido parar son las polémicas que su hijo Christian lleva encadenando en los últimos meses.
El príncipe Christian, en el ojo del huracán por sus escándalos
“Puede convertirse en un problema serio”. Estas eran las contundentes palabras de Steen Olsen, experto en la Corona danesa, sobre lo mal que podría acabar la situación con su hijo Christian si no se toman medidas a tiempo. Al hijo mayor de los reyes Federico y Mary le gusta disfrutar de su juventud. Tan solo tiene dieciocho años y, como cualquier chico de su edad, quiere vivir las experiencias propias de esos años. Recientemente, varios medios de comunicación se hacían eco de unas polémicas fotografías de él, donde aparecía bebiendo y de fiesta, que no sentaban nada bien a la Casa Real, ya que lo último que ahora mismo necesita la Familia Real danesa es un nuevo frente.
Como no podía ser de otra manera, las comparaciones con el pasado mujeriego de su padre no han tardado en salir. Son varios los periodistas que señalaban que el príncipe Christian podría tirar por tierra todo el trabajo que están llevando a cabo para sacar a flote la imagen de la monarquía danesa. ¿Cuál será el desenlace? ¿Tomarán medidas los reyes de Dinamarca ante la actitud de su hijo?