Hoy es un día triste para la Casa Real de Suecia. La princesa Birgitta, hermana del rey Carlos XVI Gustavo, ha fallecido este miércoles 4 de diciembre a los 87 años. La royal llevaba varios años instalada en Mallorca, donde ha terminado sus días. Ha sido la familia real quien se ha encargado de comunicar su fallecimiento a través de un comunicado en redes sociales.
"La princesa Birgitta fue la viuda del príncipe Juan Jorge de Hohenzollern (1932–2016) y luego vivió en el extranjero durante mucho tiempo. La princesa deja tres hijos con familias", expresan. Muy apenado por su perdida, el monarca ha querido dedicar unas palabras personales a Birgitta. "Con gran tristeza hoy he recibido la noticia de que mi hermana, la princesa Birgitta, ha muerto. Mi hermana era una persona colorida y directa que será profundamente echada de menos por mí y mi familia", ha expresado con gran presar.
"Junto a toda mi familia hoy envío mis condolencias a los hijos y nietos de la princesa Birgitta", ha terminado. Unas palabras que iban acompañadas de una preciosa fotografía de la princesa, en blanco y negro, realizada por el fotógrafo Charles Hammarsten. Rápidamente, el perfil oficial de la Casa Real se ha llenado de mensajes de condolencias y ánimo ante esta perdida.
En señal de respeto por su hermana, el rey ha ordenado que este jueves las banderas de los Palacios de Drottningholm y el Palacio de Haga ondeen a media asta. Será en los próximos días cuando veamos como su familia y seres queridos le dan el último adiós de manera íntima y privada, algo poco habitual en las familias reales. Ya hace tiempo que la princesa estableció que quería que sus restos mortales se llevaran al cementerio real que se encuentra en el parque Hagaparken en su país de nacimiento.
La vida de viajes de la princesa Birgitta de Suecia
La princesa Birgitta de Suecia fue una de las hermanas mayores del rey Carlos XVI Gustavo. Nació el 19 de enero de 1937, fruto de la relación del entonces príncipe Gustavo Adolfo de Suecia y de la princesa Sibila de Sajonia-Coburgo-Gotha, en el Palacio de Haga, en Estocolmo, donde creció junto a sus hermanas Margarita, Desiré y Cristina. Unos años más tarde, en 1946, nació el actual rey, que pasó a ocupar el primer lugar en la sucesión.
Lo que todo señalaba a una historia feliz daba un giro con el fallecimiento del padre de Birgitta en un accidente aéreo en Dinamarca. Esto hizo que su hermano pequeño se convirtiera en el heredero al trono más joven de la época y que su familia tuviera que readaptarse a su nueva situación. A medida que crecía, la princesa realizó su formación en varios centros, como el internado Chateaux d'Oex, ubicado en Suiza.
Esta experiencia fuera de su país de origen marcaría el resto de su vida, ya que Birgitta se mudó varias veces. Por ejemplo, en 1959, se trasladó a Múnich para aprender alemán. Una formación que le permitió conocer a Johann Georg von Hohenzollern-Sigmaringen, quien sería su marido. Hansi, como se le conocía de forma cariñosa, era historiador, pero también príncipe. Un título que le permitió a Birgitta mantener sus propios títulos y posición respecto a heredar el trono. No fue el caso de sus tres hermanas que contrajeron matrimonio con personas ajenas a la monarquía. De la unión de la princesa y Johann nacieron tres hijos: Carl Christian, Desiré y Hubertus.
En cuanto a sus inquietudes profesionales, la hermana del rey no dudó en seguir sus intuiciones y deseos. Por ejemplo, fundó su propia tienda de ropa, con diseños de lujo. Una pasión por la moda que también la llevó a ser modelo de fotografía. Su vida continúo de manera tranquila, alejada del foco mediático.
Una distancia que se acentuó al separarse de su marido y desplazarse a Mallorca, donde ha pasado sus últimos días totalmente centrada en sus aficiones, como el golf. De hecho, tal era su cariño por este deporte que fue nombrada como miembro honorario de la Real Asociación Sueca de Golf y logró tener su propio torneo, el Torneo de Golf Princesa Brígida.