El Palacio de la Zarzuela está más lleno que nunca. Tras la salida abrupta del rey Juan Carlos en 2021 y la marcha de Leonor y Sofía para continuar con su formación académica, la casa oficial de la familia real se había quedado desolada con la única presencia de don Felipe y doña Letizia en el pabellón del Príncipe, y la reina Sofía junto a su hermana Irene en el edificio principal de Zarzuela. Sin embargo, el paso del tiempo y las necesidades personales de algunos miembros de la familia del Rey han convertido la residencia real en un hostal de lujo.
Irene Urdangarin (19 años) fue la primera en mudarse al palacio hace un año. La hija pequeña de la infanta Cristina dejó atrás su vida en Suiza para disfrutar de un periplo vacacional bastante extenso junto a su abuela. Tiempo en el que se enamoró de Juan Urquijo y, además, aprovechó para sacarse el carnet de conducir.
Eso sí, la estancia de Irene en Madrid está a punto de acabar. En las próximas semanas la joven pondrá rumbo a Londres donde seguirá con su formación en el prestigioso University College.
Siguiendo los pasos de su hermana pequeña y para alegría de la reina Sofía, Miguel Urdangarin (21 años) también se instalaba en Zarzuela hace unos meses. El joven ha finalizado sus estudios de Ciencias del Mar en Reino Unido y mientras piensa en su futuro, está disfrutando de unos meses de descanso en la capital. Considerado uno de los hijos más discretos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, parece que también ha encontrado el amor junto a Olympia Beracasa.
Juan Urdangarin (24 años) ha sido el último en reservar cama en palacio. Tal y como publicó Vanitatis, el hijo mayor de la infanta Cristina sufre 'mal de amores', una ruptura sentimental que le habría llevado a dejar atrás su vida en Londres solo unos meses antes de la mudanza de su hermana Irene. Al parecer, su situación personal le habría llevado a tomar la decisión de disfrutar de un año sabático.
Cada uno con sus razones, lo que es una realidad es que de un día para otro el Palacio de la Zarzuela se ha convertido en un refugio para los hijos de la infanta Cristina. Algo cuanto menos llamativo teniendo en cuenta que los jóvenes han pasado buena parte de su vida lejos de nuestro país.
La reina Letizia, una pieza clave en la entrada de Irene, Miguel y Juan en Zarzuela
De un tiempo a esta parte las relaciones entre los reyes y las infantas Elena y Cristina parecen haber mejorado. Eso es lo que entendemos de los últimos encuentros familiares que se han producido dentro y fuera de palacio. El primero hace casi un año con motivo de la mayoría de edad de la princesa Leonor, meses después en el 60 cumpleaños de la infanta Elena y, más recientemente, en Mallorca. Después de una década, el Palacio de Marivent fue testigo del encuentro de la infanta Cristina con su hermano y su cuñada en medio de sus vacaciones de verano. Sin duda, un paso al frente muy significativo.
Además, desde Casa Real son más partidarios del papel discreto y silencioso de los hermanos Urdangarin que de los Marichalar, concretamente de Victoria Federica, quien no deja de conceder entrevistas ensalzando el papel del rey Juan Carlos.
Lo que es evidente es que ninguno de estos movimientos se habrían llevado a cabo si doña Letizia no estuviera de acuerdo. Es su casa y, por tanto, ella decide. Cuando eran unos niños, la Reina mostraba predilección por los más pequeños, pero el escándalo del Caso Noòs creó una grieta casi insalvable con la infanta Cristina que salpicó de manera inevitable al vínculo con sus hijos.