Un experto en imagen, sobre Victoria Federica en 'El Desafío': "Detrás de su apellido real hay una mujer con inseguridades, sueños y una capacidad de superación admirable"

Cuando Victoria Federica (24 años) anunció su participación en 'El Desafío' la revolución fue máxima. Muchos se preguntaron qué pretendía la hija de la infanta Elena con su debut en televisión y más aún, qué podría aportar a un programa de pruebas extremas. Lo que nadie esperaba era que su paso por el concurso que presenta Roberto Leal se convertiría "en una de las historias más inspiradoras de la temporada". Así lo define Pau Sabaté, experto en imagen y marca personal. 

Ahora que el programa ha llegado a su fin con la victoria de Gotzon Mantuliz, Sabaté ha querido analizar de una forma más exhaustiva el paso de Victoria Federica por el programa de Antena 3. Ella misma reconocía en la gran final que era consciente de su evolución. "Entró una Vic un poco más insegura y sale una Vic motivada, muy segura de sí misma y más feliz. He intentado dar lo mejor de mí y creo que mi esfuerzo ha tenido su recompensa. Ha sido un regalo", expresaba con orgullo. 

Según el experto, Victoria ha conseguido humanizarse frente a un público que aunque la conoce desde que nació no ha reparado en ella. "Detrás de su apellido real hay una mujer con inseguridades, sueños y una capacidad de superación admirable", destaca. Y es que lejos de lo que se podía pensar, desde el primer momento fue capaz de conectar con los espectadores al mostrar al público una faceta inesperada.

Sabaté recuerda la icónica prueba de apnea en la que los nervios la traicionaron. "Sus lágrimas de frustración no fueron vistas como debilidad, sino como una muestra de humanidad que rara vez vemos en figuras públicas", asegura.

El experto hace hincapié en esa necesidad que tenía la sobrina de Felipe VI de desligarse de la familia real. "Dejó claro que no venía a cumplir un protocolo, sino a enfrentar sus propios límites. A medida que avanzaban las semanas, su transformación fue evidente. La misma Victoria que temblaba ante las cámaras al principio, terminó sorprendiendo en cada uno de los programas. Cada prueba era una oportunidad para mostrarse tal cual es: una mujer que, aunque lleva un apellido ilustre, tiene los mismos miedos y aspiraciones que cualquier otra persona". 

Victoria Federica, una mujer nueva tras su paso por 'El Desafío'

Con su debut en televisión, Victoria Federica se enfrentaba sin escudo a las críticas. Sabaté destaca que gracias a su naturalidad "ha logrado romper estereotipos y construir una nueva imagen". Durante el programa confesó que solo quería que la gente la conociera por cómo es realmente, no por lo que se dice de ella. Y lo ha conseguido. Su naturalidad al reconocer sus inseguridades, su sentido del humor espontáneo y su esfuerzo visible en cada desafío han creado una gran conexión emocional con el público.

El futuro de Victoria Federica tras 'El Desafío'

El impacto de su paso por 'El Desafío' va más allá del entretenimiento. "Victoria ha demostrado que es posible construir una imagen propia, incluso cuando se carga con el peso de un apellido muy conocido. Ha dejado claro que el carisma no se hereda, sino que se gana con autenticidad y trabajo duro", expone el experto en imagen. 

Con el fin del programa se abre un camino repleto de posibilidades si mantiene esa faceta amable y cercana que dista mucho de la soberbia que habíamos conocido con anterioridad. "Victoria Federica se enfrenta a un futuro lleno de posibilidades. Una figura atractiva para nuevos proyectos televisivos, colaboraciones con marcas o incluso iniciativas personales relacionadas con el baile o el deporte, dos de sus grandes pasiones", augura Sabaté.

Pero más allá de las oportunidades profesionales, lo más valioso que ha ganado con su participación en 'El Desafío' es algo que ningún título real puede otorgar: el reconocimiento y el cariño de un público que, en un principio, se mostró muy reticente. "Victoria Federica ha demostrado que, a veces, la mejor estrategia para conquistar al público es simplemente mostrarse tal cual eres, con tus luces y tus sombras. Y eso, en un mundo obsesionado con las imágenes perfectas, es quizás el mayor desafío de todos".