Hace ya un mes que el verano se acabó y los reyes Felipe (56 años) y Letizia (51 años) volvieron a retomar sus compromisos institucionales. En estas últimas semanas les hemos visto en reuniones, entrega de premios o dando apoyo a iniciativas clave, como la reciente visita de la monarca a los estudios de RNE, en Prado del Rey, para apoyar el servicio 'Radio Nacional para Todos'. También se suponía que ambos tenían que realizar un viaje de estado a Jordania este fin de semana, pero las tensiones entre Israel e Irán han provocado que sea solo el rey quien viaje hasta el país de Abdalá II y Rania.
Cada uno de estos actos de los que forman parte generan una gran expectación. No solo para ver cómo se desenvuelven, sino para ser testigos de sus intercambios más espontáneos y naturales. A lo largo de los años, hemos podido ver cómo los padres de la princesa Leonor (18 años) compartían bromas privadas, estaban en contacto físico o se lanzaban miradas cómplices.
Uno de estos gestos es el momento en que los reyes se dan la mano. Como cualquier pareja normal, Felipe y Letizia se han dejado ver, en más de una ocasión, caminando agarrados de la mano. No obstante, ha habido algo que nos ha llamado la atención: la peculiar manera en que el rey coge de la mano a la reina. Para entenderlo mejor y desentrañar el significado oculto, Lecturas.com ha hablado con Vanessa Guerra, experta en lenguaje no verbal.
Vanessa Guerra, experta en lenguaje no verbal, analiza cómo Felipe agarra la mano de Letizia
Son cientos las imágenes de Felipe y Letizia en eventos públicos y salidas privadas. Cada acto es distinto y requiere de un protocolo u otro, pero siempre que pueden, los reyes se toman la mano. Al mirar fotografías de estos momentos podemos ver que el padre de la infanta Sofía (17 años) agarra la mano de su esposa por fuera, rodeándola por completo, mientras ella le devuelve suavemente el agarre.
Vanessa Guerra tiene claro que esto tiene un significado muy importante. "Le toma de la mano con fuerza, demostrando compromiso y cuidado", revela la experta. También "es una manera de demostrarle su apoyo y darle seguridad", afirma. De esta manera, sabiendo que todos los ojos están sobre ellos, el monarca habría encontrado la forma de reconfortar a Letizia sin decir ni una palabra.
Y no solo eso. Esta forma de tomarse de la mano "demuestra la unión que hay entre ambos" y cómo él intenta protegerla. "Cierra la mano y agarra con todos los dedos la mano de ella. En un puño. Un gesto de protección hacia ella", asegura Guerra. Esto se acentúa con el hecho de que es él "el que la agarra por encima, acentuando su gesto protector, cuidadoso y comprometido". Cabe destacar que este gesto no es algo nuevo, sino que desde el principio de su relación, Felipe y Letizia se han tomado la mano de esta manera.
Los gestos de Felipe, Letizia y Sofía con Leonor, analizados por una experta en lenguaje no verbal
No es la primera vez que desde Lecturas.com analizamos los gestos de la familia real. Un ejemplo fue el pasado 3 de julio, cuando los reyes Felipe y Letizia y la infanta Sofía acudieron a la Academia General Militar de Zaragoza para ser testigos del nombramiento de la princesa Leonor como dama alférez cadete. Un título con el que la heredera al trono terminaba su formación en el Ejército de Tierra.
Aunque se trataba de un acto marcado por el protocolo y las normas hubo varios gestos no preparados entre los miembros de la familia, como el abrazo entre Felipe y Leonor al entregarle el diploma y la estrella de siete puntas o los que, minutos más tarde, le daban Letizia y Sofía a la futura reina.
En aquella ocasión, Vanessa Guerra también observó con detenimiento este intercambio de afecto para desvelarnos qué ocultaban. "La abraza por encima de los hombros y ella le responde pasando sus brazos por debajo de él", explicó, definiendo el momento como "contenido" por el lugar en el que estaban.
Aún así, "ambos se intercambian unas sacudidas en los brazos a través de los cuales se dan cariño en un periodo mucho más corto y refleja el enorme orgullo que el Rey siente hacia su hija", relataba Guerra. De esta manera, sí que "es un abrazo muy afectuoso, pero que se restringe en la intensidad y la prolongación por temas de protocolo", concluye.
En cambio, el abrazo de la reina fue mucho más sentimental. "La reina casi se abalanza sobre su hija para darle un abrazo muy amoroso", decía Vanessa hace unos meses, haciendo hincapié en que la joven responde a esta efusividad pasando su brazo derecho por encima. Esta reacción tan comedida se debería a que "Leonor intenta no demostrar demasiado su amor por no dejarse embriagar por la emoción".
Eso sí, de los tres abrazos que la princesa recibió en ese acto, el que compartió con su hermana Sofía fue el más cómplice, pero diferente al resto. "Este abrazo es mucho más corto, menos emotivo y distante... Es un abrazo ligero que demuestra la enorme complicidad que existe entre ellas", enfatizaba la experta. Además, la sonrisa tímida que ambas mostraron y el breve intercambio dejó claro que el vínculo entre ambas es irrompible. "El código afectivo de Leonor con su hermana no es tanto táctil si no confidente", zanjaba Guerra.