Meghan Markle y el príncipe Harry han vivido unas horas de lo más intensas en Nueva York. Los duques de Sussex protagonizaron ayer un esperado acto público, al participar en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se celebraba en la ciudad para recordar el legado de Nelson Mandela con motivo de su Día Internacional.
Sin embargo, esta no es la única aparición que han protagonizado los duques de Sussex en las últimas horas. Tras su acto estelar en la ONU, Meghan Markle y el príncipe Harry aprovecharon para relajarse con unos amigos con un plan muy especial. En concreto, la pareja acudió a cenar al restaurante italiano Locanda Verde, el lugar de moda del chef Andrew Carmellini, con un menú que puede superar fácilmente los 100 euros por persona.
Como es habitual en cada una de sus apariciones públicas, Meghan Markle y el príncipe Harry llegaron al lugar muy sonrientes y cogidos de la mano, demostrando que continúan igual de enamorados que el primer día. Allí, tuvieron la oportunidad de disfrutar de platos típicos italianos y de la compañía de su círculo más cercano en la ciudad pocas horas después de que el nieto de Isabel II pronunciara un discurso de lo más personal en la ONU.
Al igual que para su aparición en la Asamblea General de la ONU, Meghan Markle volvió a apostar por el negro, con un mono en este tono que destacaba por tener una franja blanca en el pecho. Se trata de un diseño de Gabriela Hearst, una de las diseñadoras favoritas de Kate Middleton, que ronda los 4.700 euros. Como complementos, Meghan Markle optó por unas sandalias negras de tacón y una cartera de mano burdeos, además de unos delicados pendientes de oro, su anillo de compromiso y el reloj de Cartier que perteneció a Lady Di.
Por su parte, el príncipe Harry optó por un look muy informal, formado por una camisa azul remangada por encima de los codos, un pantalón vaquero y unas zapatillas en color gris. Unos estilismos con los que ambos cerraron un día para recordar.