Cristina de Borbón (58 años) tiene una cosa muy clara, por encima del dinero, está la dignidad. A pesar de que su padre, el rey Juan Carlos, presionara al principio para que firmase el divorcio y así deshacerse de Iñaki Urdangarin (55 años), lo cierto es que, con los meses post Ainhoa Armentia, los planes han sido otros…
La infanta Cristina no soporta la sola idea de ver a su ex, al padre de sus hijos, al hombre por que ella renunció a todo, rehacer su vida. Esto la consume. Imaginar a Iñaki Urdangarin, por el que se sentó ante el juez, siendo feliz al lado de otra es algo por lo que le cuesta pasar. Y mucho más le supone imaginar que estos van más allá. Es decir, que se casan, que tienen un bebé juntos o que, simplemente, Ainhoa Armentia comparta una sesión de esquí con sus hijos, con Irene, Juan, Pablo o Miguel. Ni loca. De ahí su negativa a firmar el divorcio que daría vía libre a los enamorados para darse un futurible ‘sí, quiero’ y dejar de andar escondiéndose.
Cristina se aferra a su alianza como el que tiene en su poder un cetro. Tiene el poder absoluto. Mientras ella siga llevando ese anillo símbolo de la fidelidad (rota) Iñaki Urdangarin, quiera o no, seguirá unido a ella. Estarán casados ante la ley. Y esto cada vez le pesa más al ex balonmanocestista. Pero él calla y traga porque aún sigue ligado a ella, especialmente en el terreno económico. Pues la infanta continúa pasándole un dinero al padre de sus cuatro hijos; asegura Pilar Eyre.
¿Cuánto dinero percibe Iñaki Urdangarin de la infanta Cristina?
“En la actualidad, Cristina le pasa a su marido una cantidad muy pequeña, lo justo para sus gastos”, escribió Pilar Eyre en su columna semanal en Lecturas. “Ella le paga los viajes y el hotel cuando va a ver a algunos de sus hijos”.
De momento, mientras no hay acuerdo de divorcio, solo existe esta ‘gentileza’ por parte de la hermana del Rey Felipe. Nada más. Pero, en el caso de firmar el divorcio, los abogados de Iñaki Urdangarin pelearían para que este obtuviese una cantidad justa. El argumento de estos es que “él tiene derecho a una cantidad importante para compensar el tiempo en prisión que pasó Iñaki por unos delitos de los que él, en parte, no se considera culpable, pues declaró en el juicio que todo había sido consultado con la Casa Real, quien había dado el visto bueno”.
El plan de Iñaki Urdangarin es pedir y reclamar aunque no tenga ningún tipo de derecho para ello, porque estaban casados en régimen de separación de bienes y dada su posición, resulta llamativo que pueda reclamar una compensación económica. Pero él, tal y como analiza la periodista catalana, cree que su caso es especial, pues, con unos antecedentes como los suyos, ¿quién le va a dar trabajo? Y a eso se aferra.
La estrategia de Iñaki Urdangarin
Pilar Eyre lo tiene clarísimo, Iñaki Urdangarin, junto a su equipo de abogados, están ideando un plan sólido en el que no haya fugas. Un plan que, el día de mañana, garantice que el que un día fue el duque de Palma se quede en buena posición económica tras el fin de su matrimonio con la infanta. Para ello, es esencial que la versión que ofrecen está perfectamente armada y la versión que sostienen y sostendrán en un futuro cara a cara es, la Casa Real da la espalda al que fue uno de sus miembros, después de haber aprobado cosas habiendo dado su visto bueno. Ahora él es la cabeza de turco, que ha acabado sin trabajo y ha tenido que renunciar a una posición que antes tenía garantizada.
Para ello, Iñaki Urdangarin no dudaría en cambiar su look para volverse más informal, una apreciación que se contrapone a la imagen que antes le gustaba llevar, cuando a él acostumbraba a ir "hecho un pincel". Este "desaliño indumentario" como lo llama Pilar Eyre obedecería a la única misión de dejarse ver en una situación más desfavorecida; por lo que la justicia debería mirar por él.