Uno de los miembros más discretos de la Familia Real española ha sido siempre Irene Urdangarin (19 años), la única hija de la infanta Cristina (58 años) y de su expareja, Iñaki Urdangarin. La joven, nacida en el año 2005, siempre ha sido descrita como estudiosa, buena y obediente, una de las más mimadas de su familia. En los últimos meses se ha hablado mucho más de ella tras salir a la luz su romance con Juan Urquijo, hermano de Teresa Urquijo, la esposa de José Luis Martínez Almeida, el alcalde de Madrid. Desde que se viese a los jóvenes paseando por Madrid el pasado mes de abril, saltaron todas las alarmas que apuntaba a una posible relación entre ellos, que se conocen desde que eran niños. Aunque han sido muchas las ocasiones en las que hemos podido ver a los novios en diferentes planes, ayer fue muy comentada la ausencia de Juan en la boda de Victoria López-Quesada, ahijada del rey Felipe VI (56 años) y a la que acudió Irene en compañía de su hermano y de su madre, un evento en el que pudimos ver a una Irene mucho más madura y lista para afrontar su nuevo reto personal.
Irene Urdangarin, mucho más madura con un evidente cambio
En las pocas imágenes que hemos podido ver por ahora del enlace solo hemos sido capaces de observar a los invitados llegar al evento en diferentes vehículos, siendo muy comentado el que llevaba Juan Urdangarin, que apareció conduciendo un Volvo valorado en 90.000 euros con su hermana como copiloto. En esta fotografía percibimos a una Irene muy arreglada con el pelo recogido y con un maquillaje muy diferente al que nos tiene acostumbrados la joven. Con unos ojos oscuros, destacando el color azul de los mismos, la joven nos regaló un look beauty mucho más maduro de lo que solemos ver, una gran muestra de que la sobrina del rey parece haber encontrado por fin su camino en la vida tras unos cuantos meses algo perdida.
En los últimos doce meses Irene decidió tomarse un año sabático en el que quiso decidir qué hacer con su vida y hacia donde ir a nivel profesional. Con tan solo 19 años, no siempre es fácil saber con seguridad lo que quieres hacer para el resto de tu vida, por lo que en este tiempo Irene, mientras lo decidía, ha intentado sacarse el carnet de conducir y también ha viajado hasta Camboya, donde estuvo haciendo labores de voluntaria en la ONG Sauce, fundación del jesuita Kike Figaredo, muy amigo de la familia real española. Ahora que ya se encuentra desde hace tiempo en Madrid, residiendo en la Zarzuela junto a su abuela, doña Sofía, por fin parece que Irene ha decidido cual será su siguiente paso, uno que va a alejarla de su pareja y de su familia.
El siguiente paso de Irene Urdangarin lejos de su novio
La hija menor de los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin va a poner rumbo a Reino Unido en apenas unos días tras haber terminado sus estudios de Secundaria en Ginebra en junio de 2022. Tras acabarlos, comenzó a estudiar en la École Hôtelière de Lausanne, en Suiza, pero no llegó a terminar esta etapa para coger ese año sabático tan necesitado en el quiso meditar sobre su futuro, algo que parece haberle sentado bien y tras el que ha conseguido decidir lo que quiere hacer. Después de disfrutar de unas vacaciones en Bidart, donde la familia Urdangarin tiene una residencia, Irene hará las maletas para comenzar una nueva etapa como estudiante en la prestigiosa University College London (UCL), una de las mejores universidades y reconocidas a nivel mundial donde va a tener como compañera a Alexia de Holanda, que en breve comenzará sus estudios de Ciencia e Ingeniería para el Cambio Social.
El ultimo infortunio de Irene Urdangarin antes de irse a Londres
Como hemos comentado, la joven lleva unos meses bastante contenta con su nueva relación con Juan de Urquijo, con el que parece estar viviendo una bonita relación, tanto que Irene habría intentado proteger este noviazgo y la intimidad de ambos todo lo posible. La joven ha vivido en primera persona todo lo que surgió alrededor del divorcio de sus padres, por lo que querría intentar mantenerse en un discreto segundo plano en cuanto a su vida privada se refiere, ya que no querría pasar por lo mismo que tuvieron que vivir sus padres.
En este tiempo en la capital de España Irene ha intentado sacarse el carnet de conducir para tener más libertad y poder escaparse donde sea necesario junto a su pareja, lejos de los focos. Aunque la joven aprobó el examen teórico a la primera, el práctico parece que se le está resistiendo, no habiendo conseguido obtener ese preciado carnet antes de empezar su nueva aventura lejos de casa.