Estefanía de Mónaco (58 años) vivió ayer una de las noches más especiales del año para Mónaco: la inauguración del 46Festival de Circo de Montecarlo. Acompañada de sus hijos, Louis Ducruet y Camille Gottlieb, así como su nuera Marie Chevallier, la princesa disfrutaba de la primera velada de la compañía circense que cada año tiene lugar del 19 al 28 de enero en la ciudad. Tras preocupar mucho por su actitud y aspecto en su última aparición, la hermana de Carolina era recibida entre sonrisas y aplausos en la gran carpa en la que se ubica este circo, en el distrito de Fontvieille.
La hija de Grace Kelly se mostraba muy receptiva a esta atención, algo que se tornaba en una gran emoción cuando pudo observar el homenaje que la compañía hizo a su padre, Rainiero III. Al borde de las lágrimas, la hermana de Alberto de Mónaco aplaudía a los artistas del circo y mandaba a un beso a todas las personas allí reunidas, conteniendo a duras penas el llanto.
Tan especial fue este momento que la princesa ha vuelto a reaparecer esta noche para acudir a una segunda sesión de este circo. Su hijo Louis Ducruet repetía como ella, pero esta vez Camille no asistió, sino Mélanie-Antoinette Costello de Massy, hija de la prima de Estefanía. Aunque el outfit era diferente al de la noche anterior, sí había ciertos parecidos. Unos pantalones negros anchos muy elegantes combinaban a la perfección con una blusa sencilla negra, que quedaba oculta tras una chaqueta de traje de tamaño over size blanco grisáceo. Además, si ayer la vimos con la bufanda con los colores rojo y blanco, característicos del principado, esta vez Estefanía ha aparecido con un foulard azul con las insignias del circo.
El baño de masas de Estefanía de Mónaco en el circo
Tanto ayer como hoy, tras este recibimiento con payasos y flores, Estefanía de Mónaco se ha sentado en el palco desde el que ha disfrutado del evento y allí se ha convertido en la gran protagonista. Lejos de permanecer en un segundo plano como hizo el otro día, estas veces ha saludado a todos los allí presentes y en agradecer las ovaciones que ha recibido por parte de los asistentes al evento. Todo esto bajo la atenta mirada de su familia, que se ha mostrado muy orgullosa de ella en este evento que saben que tan importante la resulta.
Una vez más, ha quedado claro que pese a que su hermano Alberto es el gran protagonista en el Principado, ella no deja de lado sus funciones como princesa y siempre está a su lado. Más si cabe cuando se trata de actividades relacionadas con el circo, del que ella se ha convertido en la mejor embajadora y con las que deja de lado esa imagen de princesa polémica que le persiguió durante años. Además, ahora está viviendo una de sus etapas más tranquilas centrada en su papel de princesa, en sus hijos y en su nueva faceta de abuela.
Su asistencia a estos actos no es ninguna sorpresa, ya que la princesa lleva años involucrada en este ámbito al que apoya con gestos como el que acaba de tener acudiendo a una exhibición. Además, estas dos apariciones han sido para ella la ocasión perfecta para llevar a cabo un significativo cambio de actitud que ha llegado después de que hace unos días despertara cierta preocupación por la forma en la que apareció.
La imagen de Estefanía de Mónaco que despertó preocupación
Fue también en un evento relacionado con el circo cuando el pasado fin de semana Estefanía de Mónaco despertó comentarios por la imagen con la que acudió al evento. La princesa estuvo junto a Alberto y Charlene de Mónaco, sus sobrinos Jacques y Gabriella y sus hijos Louis y Camille en una actividad relacionada con el tradicional Festival de Circo de Montecarlo. Lo que sorprendió fue que mientras su familia eligió para la ocasión looks elegantes, ella acudió de lo más desaliñada.
Un polar, unos vaqueros y un gorro de lana fueron la elección de Estefanía de Mónaco para posar ante las cámaras. La princesa llevó prendas relacionadas con el staff de este festival del que ella es la presidenta de honor. Algo que extrañó porque pese a lucir una imagen corporativa, ese desaliño de su imagen no pasó desapercibido por cómo transmitía una imagen de descuido. Algo que en sus últimas apariciones ha cambiado por completo.
El cambio de actitud de Estefanía de Mónaco en su aparición en el circo
Esta actitud tan extraña ya quedó olvidada ayer cuando Estefanía de Mónaco, acompañada de sus hijos Louis Ducruet y Camille Gottlieb y por su nuera Marie, dio una imagen muy distinta. Esta vez, la princesa lució un sofisticado traje de chaqueta en color blanco. Un dos piezas con el que se ha sumado a la tendencia de los pantalones de vestir holgados y con el que ha lucido su imagen más elegante. Un traje que la princesa combinó con una camisa en color rojo, dando así luz a su look y transmitiendo una imagen de fuerza. Además, con esta combinación de colores se ha mimetizado con la imagen del festival de circo.