Copenhague se engalanaba este martes para celebrar el 18 cumpleaños de la princesa Isabella. Aunque no será hasta el próximo 21 de abril cuando la hija de Mary y Federico alcance la mayoría de edad, la Casa Real adelantaba su celebración institucional con una velada muy especial en el Teatro Real.
El Royal Opera Choir de la ciudad se convertía en una pasarela improvisada de alta costura. A los miembros de la familia real se unían más de un millar de jóvenes de todo el país que fueron invitados para conmemorar este día en el que Isabella acaparó todos los focos.
Sencillamente espectacular, Isabella derrochó elegancia con un voluminoso vestido de inspiración romántica en color azul noche con destellos brillantes. Un diseño de escote cuadrado y falda de tul que le sentaba a las mil maravillas y elevó con unos pendientes de diamantes de su madre. A su lado, los orgullosos reyes y sus tres hermanos: Christian, Vincent y Josephine.
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La lista de invitados continuaba con la reina Margarita, que este miércoles 16 de abril cumple años, junto a sus hermanas, Ana María de Grecia y la princesa Benedicta. Tampoco quisieron perderse la celebración Nicolás y Félix, hijos mayores del príncipe Joaquín. Pero, ¿dónde estaban Joaquín y Marie?
Joaquín y Marie, dan la espalda a la princesa Isabella en su 18 cumpleaños
Los príncipes Joaquín y Marie fueron los grandes ausentes de la celebración, una ausencia que desde Dinamarca ha hecho saltar las alarmas sobre la mala relación que existe entre los hijos de la reina Margarita y sus respectivas mujeres.
Tras su estancia en París, el matrimonio decidió mudarse a Washington en 2023 junto a sus hijos Enrique y Atenea, una decisión que les alejaba por completo de la vida institucional en Dinamarca. Aunque han manifestado su intención de seguir vinculados a la Casa Real, su ausencia en actos tan importantes como el de este martes ha sido interpretada por algunos como un distanciamiento deliberado.
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Llama la atención que los hijos mayores de Joaquín, Nicolás y Félix, fruto de su primer matrimonio con Alexandra Manley sí estuvieron presentes en la celebración. Gesto con el que los jóvenes se desmarcan de alguna forma de su padre, quien, a la vista está, quiere mantener distancia con toda la familia.
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Cabe destacar que la familia de Mary Donaldson tampoco estuvo allí. El padre y los hermanos de la australiana siempre se han mantenido al margen de la vida institucional de Mary, de ahí que no haya llamado demasiado la atención su ausencia en esta celebración tan ostentosa.
La decisión histórica que rompió la familia real danesa
Aunque siempre se ha dicho que el príncipe Joaquín nunca aceptó su papel de "segundón" a la sombra de Federico, el detonante llegó con la decisión de la reina Margarita en 2022 de retirar los títulos de príncipes a sus cuatro hijos: Nicolás, Félix, Enrique y Athena. Los jóvenes pasaron a ser condes y condesa de Monpezat, perdiendo el tratamiento de 'Alteza Real' para ser denominados 'Excelencias' .
Lejos de guardar silencio, Joaquín y Marie expresaron públicamente su malestar. La pareja también criticó la forma en la que la reina Margarita les comunicó la decisión, apenas cinco días antes del anuncio oficial, lo que les impidió preparar adecuadamente a sus hijos para el cambio. Fue tal el revuelo que se causó, que la monarca tuvo que salir al paso a través de un comunicado. "He tomado mi resolución como reina, madre y abuela, pero como madre y abuela he subestimado hasta qué punto mi hijo más joven y su familia se sentirían afectados. Me ha causado una gran impresión y estoy apenada por ello", decía. Desde entonces, los feos a los miembros del núcleo centrar de la Casa Real han sido constantes. El más escandaloso, la ausencia del matrimonio a la Coronación de Federico X.
La relación entre Joaquín y Federico ha sido descrita como "complicada", repleta de tensiones que se remontan a su juventud. Además, la relación entre Marie y Mary también ha sido objeto de rumores, incluyendo un incidente en 2008 donde Joaquín fue fotografiado aparentemente intentando besar a Mary, lo que habría tensado aún más las relaciones familiares. Sea como fuere, lo que es una realidad es que la grieta entre ellos es insalvable y no pretenden ocultarlo.