Ha sido uno de los momentos cubre de la realeza europea y todavía es principios de enero. Desde que la reina Margarita anunciase su intención de abdicar en su hijo Federico, todos los ojos han estado puestos en Dinamarca. El ya rey y su mujer, Mary Donaldson, vivían una grave crisis desde que la revista Lecturas publicase las fotografías del entonces príncipe con Genoveva Casanova en Madrid. Un terremoto que hacía que Donaldson incluso viajase sola a Australia, su país de origen. Fue entonces cuando Margarita decidió tomar cartas en el asunto y mover ficha. Ahora la nueva pareja real abre una etapa distinta tanto en su matrimonio como en el país.
Durante el acto de la proclamación de los nuevos reyes se vivió un enorme momento de confusión. Una noticia de gran calado circulaba entre la prensa danesa. Pese a la austeridad que marcaba el acto, pese a la ausencia de boato y pompa en la proclamación del rey Federico X, los medios informaban de una cena secreta con varias casas reales. Sí, Federico y Mary estaban preparando un ágape privado con la presencia de miembros de las realezas europeas que no habían asistido, como así estaba previsto, a la proclamación. ¿Quiénes eran? ¿Qué estaban haciendo en Dinamarca?
La supuesta cena privada de los reyes Federico y Mary de Dinamarca
Era el canal DR1 quien anunciaba que los príncipes herederos de Noruega se encontraban en Dinamarca en viaje privado para celebrar la proclamación de los reyes Federico y Mary. Haakon y Mette Marit, según recogían los medios daneses, habían despejado su agenda para viajar hasta Copenhague y esperar a que los nuevos reyes saliesen de palacio para festejar. Y no iban a ser los únicos. También afirmaban que Victoria de Suecia y su marido Daniel iban a viajar en breve a Dinamarca para acudir a la citada cena. Los medios daneses confirmaban la noticia asegurando que los príncipes herederos de Suecia no tenían agenda para el día 15 de enero en previsión de acudir en secreto a Dinamarca.
Durante gran parte de la jornada se daba por supuesto que esto era así. De hecho, los actos oficiales de la proclamación terminaban a las 17 horas con el cambio de banderas. Nada más había trascendido aunque, finalmente, esto no fue así. ¿Se había organizado una cena ajena a los canales oficiales entre las casas reinantes del norte de Europa? Eso parecía pero no. Cuando ya los nuevos reyes habían saludado desde el balcón del Castillo de Christiansborg junto a sus hijos, la Casa Real noruega desmentía el viaje de Haakon y Mette Marit.
Sí era cierto que los príncipes noruegos no se encontraban en su país natal pero se aseguraba que no habían viajado a Dinamarca. Un error que los propios medios se encargaban de anunciar poco después de la llamada de la Casa Real de Noruega. También quedaba claro que los príncipes Victoria y Daniel no iban a acudir. Sí se celebrará este encuentro, afirmaban fuentes oficiales, pero no ha sido el 14 de enero.
La última celebración en el día de la proclamación de Federico y Mary
Cuando ya había caído la noche en Dinamarca, era la reina Margarita la que abandonaba su residencia personal para trasladase a la de su hijo Federico. En coche esta vez, la ya reina emérita acudía a la cena de celebración que organizaban su hijo y su nuera. Un encuentro íntimo al que asistía la familia para festejar la llegada del nuevo rey. Era de extrañar, a la luz de otras proclamaciones, que no hubiese preparado ningún tipo de comida o cena para los miembros de la Casa Real. Si bien, la austeridad es una de las máximas que sigue la reina Margarita a rajatabla.
Feliz y orgullosa, la monarca sonreía en el camino de su residencia a la de su hijo. Margarita ha dejado atrás más de cincuenta años de reinado en el que se ha ganado el cariño del pueblo. Su hijo Federico lo va a tener difícil para llenar el hueco de su madre. Aunque los atronadores aplausos durante el saludo desde el balcón, sobre todo a la salida de Mary de Dinamarca y del príncipe Christian parece que se lo ponen un poco más fácil.