"Va a ser muy bueno para ella", confesaba un emocionado Felipe VI el día de la despedida a Leonor desde el Puerto de Cádiz. Visiblemente ilusionada, la princesa de Asturias, convertida en guardamarina de primera, ponía rumbo a la isla de Tenerife, la primera parada del buque escuela Juan Sebastián Elcano.
Después de varios días entre Tenerife y Las Palmas en los que se pudo ver a Leonor y el resto de sus compañeros disfrutando de la vida isleña, la embarcación zarpaba rumbo a América el pasado viernes 24 de enero. Una larga e intensa travesía que se alargará hasta el próximo 14 de febrero con su llegada a Salvador de Bahía (Brasil).
Pero, ¿cómo están siendo estos primeros días de travesía en alta mar para Leonor? Tal y como ha confesado una fuente cercana a Zarzuela a 'Monarquía Confidencial', la hija mayor de los reyes "ha encontrado su espacio" en el barco. No solo en lo relativo a las relaciones personales con sus compañeros o a su papel como guardamarina sino "como una pieza esencial de un engranaje cada día se mueve con precisión y sincronización".
Volcada en su formación militar, las fuentes anteriormente mencionadas afirman que, tal y como le han inculcado sus padres, "tiene muy presente el esfuerzo y la dedicación" en esta nueva aventura.
Durante las tres semanas que dure su travesía por el Océano Atlántico, el trabajo en equipo será determinante: desde las maniobras, labores de mantenimiento o ese escaso tiempo libre en el que aprovechan para conocerse un poco más y descansar de sus obligaciones como marineros. "Leonor se muestra emocionada y centrada", destacan desde 'Monarquía Confidencial'. Dos palabras cargadas de significado que reflejan su personalidad al margen de la Corona.
Las secuelas físicas que ya sufre la princesa Leonor durante sus primeras semanas a bordo
Se había especulado mucho sobre lo duro que podría ser para Leonor hacer frente al 97º Crucero de Instrucción a bordo del Juan Sebastián Elcano. Intensas jornadas de entrenamiento, clases teóricas y una intensa vida a bordo en condiciones adversas a la que no está, ni mucho menos, acostumbrada.
En las últimas imágenes que difundió Casa Real se empezaba a notar el cansancio en el rostro de Leonor y de sus compañeros. Pero no solo eso, en su cuerpo, concretamente en los brazos, se dejaban entrever las primeras contusiones provocadas por la exigencia física que demanda su nuevo hogar.
Esto es una prueba fehaciente de que, tal y como confirmaron desde la Armada, Leonor es "una más" entre el grupo de guardamarinas. Y no existe ningún tipo de miramiento especial con ella.
Felipe y Letizia, muy pendientes de Leonor
Es imposible olvidar las lágrimas de los reyes Felipe y Letizia cuando acudieron a despedir a Leonor en Cádiz. Por un momento, los monarcas se liberaron del trono en favor de su papel como padres.
Tal y como adelantó el equipo de La Armada, la embarcación cuenta con Internet y los guardamarinas tienen a su disposición sus teléfonos móviles por lo que la comunicación con sus familiares y amigos es habitual. Además, teniendo en cuenta que se trata de la heredera al trono, a los reyes les llega mucha más información.
“El rey está muy pendiente de su hija e intenta contarle su experiencia, para dotar a Leonor de ideas de cara a sus destrezas en el buque escuela”, cuentan a 'Monarquía Confidencial'. Consejos que, seguro, la princesa de Asturias intenta llevar a cabo para salir airosa de algún que otro contratiempo a bordo.
La aventura de Leonor a bordo de Juan Sebastián Elcano acaba de empezar. La hija mayor de los reyes pasará cinco meses a bordo, una larga travesía en la que visitarán países como Brasil, Uruguay, Panamá o Nueva York, entre otros. Cuando atraque en Estados Unidos de cara al próximo mes de junio, Leonor desembarcará para coger un avión de vuelta a España para seguir con su formación naval en otro buque de la Armada. Está previsto que sea en julio cuando la princesa de Asturias de por concluida su instrucción naval.