Miles de españoles han aprovechado estos días para irse de vacaciones de Semana Santa. No solo los más religiosos han acudido a las citas más importantes de Sevilla, Málaga, Granada u otras ciudades donde los pasos y las cofradías reinan por las calles sino que cualquiera que no esté en la oficina, teletrabajando en casa o en algo relacionado con la hostelería también ha querido viajar para disfrutar de unos días de descanso, ya sea en sus propios pueblos o fuera de España.
A pesar de que hay cientos de preciosos destinos en nuestro país, Ainhoa Armentia (43 años) e Iñaki Urdangarin (57 años) han preferido poner tierra de por medio para poder estar más tranquilos durante sus vacaciones. Lejos de las aglomeraciones de estos días, la pareja se ha ido a Sicilia a pasar unos días de enamorados. Lo que no se esperaban era que la abogada protagonizara un grave escándalo en las calles italianas que ensombreciera su paz.
Según ha contado 'Socialité', Ainhoa ha sido la gran protagonista de un "broncón" tras una comida romántica en uno de los restaurantes de la ciudad. "No ha sido una discusión pequeña. Uno de los testigos que nos ha aportado la información y las pruebas, porque sin todo esto no lo hubiéramos contado, nos dice que se planteó llamar a la policía italiana. Imaginaos la gravedad de lo que estamos hablando", han dicho desde el programa de Telecinco.

Ainhoa Armentia, salió muy enfadada del restaurante.
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Tal y como cuentan desde el programa de los fines de semana de Mediaset, hay una tercera persona con la que Ainhoa se habría enfadado. "La actitud de Iñaki es muy diferente a la de ella", explican. "Nosotros estamos comiendo en el restaurante y no nos dimos cuenta de que ahí estaba Urdangarin con su novia. Sí que había un hombre muy alto que nos miraba muy mal. Nos gustó mucho el sitio y salimos a hacer una foto a la terraza y al nombre del sitio para poner una reseña", comienza explicando el testigo con la voz distorsionada.
Es en ese momento cuando la novia de Urdangarin se da cuenta de que alguien está inmortalizando el momento sacando fotografías, algo que a ella no le gusta nada porque piensa que las instantáneas son de ellos. Inmediatamente Ainhoa sale a increpar al comensal. "Me gritó '¿qué pasa, ya nos habéis pillado? No grabéis más, fuera de aquí, dejadnos en paz'. Yo no entendía nada. Le dije que como no dejara de gritar y estuviera tan nerviosa que llamaría a la policía italiana", cuenta el informador, que además afirma que mientras ocurría todo esto el exmarido de Cristina seguía en el interior del local sin hacer ni decir nada.

Iñaki y Ainhoa se fueron tras la discusión muy acaramelados.
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"Ahí ya me di cuenta de quién era. Iñaki se comportó como un cobarde. Ella siguió enfurecida a pesar de que yo le insistí que no les estaba haciendo fotos a ellos. Cogió la servilleta, la agitó y se dio media vuelta", relata el hombre con el que discutió Armentia. Un momento de mucha tensión en el que finalmente ella se va para terminar el plato que tenía en la mesa.
Eso sí, el testigo espero unos minutos más para inmortalizar el momento el que salieron del restaurante para irse juntos a dar un paseo. De la mano y muy enamorados, la pareja demuestra que siguen igual de felices porque tras todo lo ocurrido se dan un beso en la boca. Una señal de que la llama sigue encendida. "Lo que me cuenta el dueño de estas imágenes es que la que se lió cuando él solamente estaba echando una foto a la fachada. Una instantánea se convierte en un broncón porque Ainhoa se siente observada. Es posible que tengan miedo o que crean que iban a rascar donde no había nada", explican en 'Socialité'.
Desde que Iñaki y su novia están juntos pocos han sido los momentos que han sido vistos haciendo su vida normal. Son muy celosos de su intimidad y por ello son muy cuidadosos en todo instante. De hecho, hay pocas fotografías y vídeos de ellos juntos. Eso sí, este tenso momento mientras debían pasarlo bien y disfrutar de su amor por las calles de Sicilia nos ha dejado ver el lado más desconocido de Ainhoa.
Si pensábamos que era una mujer tranquila a la que no le gustaba enfrentarse a nadie, esta disputa por una fotografía nos deja ver cómo es verdaderamente su perfil: una mujer con carácter que va a defender su privacidad cueste lo que cueste. Y eso es lo que ha hecho pensando que alguien quería mostrar una parte de la intimidad de sus vacaciones. Esperamos que los días que les queden en Italia esté más tranquila y no crea que cualquier turista que haga fotos a su lado ha sacado la cámara por ellos. Sobre todo porque pueda dejarse llevar y no estar pendiente de otra cosa que no sea su enamorado.