Con gesto serio y paso firme, Leonor (17 años) se ha colocado al lado de su padre, el rey Felipe VI, en uno de los momentos más destacados y emotivos del desfile de las Fuerzas Armadas, que tiene lugar este 12 de octubre. Juntos, como un paso al frente en las responsabilidades de la joven heredera, han rendido homenaje a los militares caídos este año.
Era la primera vez que lo hacía y se le notaba la emoción, más hoy cuando hacen tan solo 24 horas que se ha confirmado la muerte de la jovencísima Maya Villalobo a manos de Hamás. La adolescente se encontraba haciendo el servicio militar en Israel. A Leonor le brillaban los ojos en su primera vez entregando la corona de laurel. La todavía menor de edad rezumaba emotividad en cada uno de sus gestos solemnes.
Este momento ha sido una sorpresa para todos, pues nadie sabía que la princesa Leonor se iba a sumar a este homenaje. Felipe ha querido compartir con ella este saludo, lleno de respeto y admiración, e incluirla en la parte ‘amarga’ que rodea el mundo militar. Hacerla partícipes de las luces y de las sombras que también lo rodean.
A diferencia de su madre y por primera vez para ella, Leonor ha permanecido de pie durante todo el desfile, pues ya es considerada militar. Al igual que su padre, esta ha contemplado el pase de sus compañeros sin sentarse y en señal de absoluto respeto.
¿Por qué que Leonor no ha desfilado este 12 de octubre?
La gran pregunta que flotaba en el aire. Si Leonor había jurado bandera el pasado 7 de octubre, y sus compañeros de promoción de la Academia General de Zaragoza desfilaban hoy, ¿por qué ella no lo ha hecho? La respuesta es clara: aún no estaba preparada.
Desfilar requiere de muchos ensayos y preparación y Leonor aún ‘estaba muy verde’ para ello. Pese a que ingresó como el resto de sus compañeros de promoción el 17 de agosto, no ha podido perfeccionar su desfile. Así que, este año no ha podido ser, quizás al siguiente; cuando continúe profundizando sus estudios militares, esta vez en la Armada.
Leonor ya es estudiante de segundo curso desde el pasado sábado. Tras jurar bandera, subió de curso. Y sus compañeros han tenido un papel destacado durante el desfile, que ella ha contemplado desde la tribuna. Cuando les ha visto pasar, la joven ha tratado de mantener la rectitud de todo el acto, aunque alguna mirada divertida sí le hemos podido ver. Son sus amigos, sus colegas; con los que comparte vida desde hace tres meses y con los que, al parecer se siente muy cómoda. Y es que la princesa se ha adaptado a la perfección a la escuela militar, donde disfruta de los entrenamientos y de asignaturas como Cartografía, que se le da especialmente bien y disfruta con mucho interés.