Si para algo ha servido todo lo que ha sucedido en las últimas semanas con el duque de York es para que Isabel II se muestre más contundente que nunca. Si por algo se caracteriza la reina de Inglaterra es por dejar muy claras sus directrices a todos los miembros de su familia y no ha dudado en volver a hacerlo. La reina de Inglaterra lo está pasando fatal. Seguro que recordará 2019 como uno de sus peores años. Y para que los disgustos no crezcan más y teniendo en cuenta que otros miembros de su familia se encuentran en una situación delicada, ha puesto las cartas sobre la mesa.
La soberana británica ha recordado a sus hijos y nietos algunas de sus grandes normas. Que no hablen de su vida privada en público, que se mantengan formales y sin salirse del papel de miembros de la realeza británica y que muestren su cara más amable son algunas de ellas. Isabel II está intentando a toda costa limpiar la imagen de su familia y que los conflictos empiecen a diluirse. Por eso ha habido dos personas a las que ha querido dejar más claro si cabe la importancia de todo esto a través de un contundente mensaje.
Se trata del príncipe Harry y Meghan Markle. Los duques de Sussex no están pasando por su mejor momento de popularidad y el hecho de hablar de su vida privada en el documental que protagonizaron durante su viaje a Sudáfrica es algo que enfadó mucho a su abuela. Por eso ahora Isabel II ha aprovechado la oportunidad para hablar con ellos y pedirles que por favor no se salten las normas, que se limiten a cumplir con sus compromisos con la corona y que mantengan su opinión sobre su vida profesional y personal en privado.