Hace ya varios meses que la Casa Real de Noruega ha sido la protagonista de una durísima polémica. Marius Borg Høiby (27 años), hijo de la princesa Mette-Marit (51 años) fruto de una relación anterior al príncipe Hakoon (51 años), era detenido por agredir física y psicológicamente a la que era su actual pareja. Lo que podía haberse quedado en un revuelo contenido escalaba hasta niveles mucho más graves con los testimonios de Nora Haukland y Juliane Snekkestad, exnovias del joven, que afirmaban haber sido agredidas también.
Desde entonces, no han parado de sucederse hechos, como la nueva detención de Borg por saltarse la orden de alejamiento, la presunta implicación de su madre en el caso por encubrirle (razón por la que querían interrogarla) o captar a un asesino a sueldo que seguía a una de sus exnovias. Por si esto no fuera suficiente, Mette-Marit también ha estado en el punto de mira por su salud. La futura reina emitía un comunicado anunciando su baja por una recaída en su fibrosis pulmonar.
Eso sí, esa baja no le impedía reaparecer, por sorpresa, en un acto que podría ser toda una declaración de intenciones. Y aún más. A pesar de la gran polémica, Mette-Marit habría volado a Londres para ver a su hijo, que estaría ingresado en una clínica de rehabilitación. Aunque fue el príncipe Hakoon quien acompañó a su hijastro hasta este centro, llegando a cancelar toda su agenda para ello, la princesa no dudaba en acercarse a Marius unos días después para mostrarle su cariño y apoyo. Toda esta situación ha llevado a dos expertos de comunicación noruegos a analizar el comportamiento de los futuros reyes y señalar su mayor error en todo el caso de Borg.
El gran error de actuación de Mette-Marit y Hakoon de Noruega
Por un lado, Øystein Pedersen Dahlen, profesor de comunicación estratégica en el Departamento de Comunicación del Kristiania University College, ha hablado con 'Dagbladet' y ha opinado cuál ha sido su principal equivocación. "Están sucediendo tantas cosas en torno a esto que hubiera sido prudente tomar más control de la historia y no dejarla solo en manos de aquellos que saben un poco. Tendrían que ser más proactivo. No tiene muy buena pinta", ha señalado Dahlen.
Aunque el experto entiende que "es difícil cuando eres una figura tan pública", los futuros reyes "deberían haberlo pensado de antemano". Para este profesor, el error que han cometido todo este tiempo sería la comunicación de la Corona noruega que "no parece muy bien pensada". Es cierto que tanto Hakoon como Mette-Marit han hecho algún comentario, pero siempre evasivo. Algo que, según el parecer de este profesor, indica que el gabinete de comunicación de la familia real debería adelantarse y contar lo que sabe, desde su perspectiva, "para que no haya más que desenterrar".
De esta manera, Hakoon y Mette-Marit "deben contar honesta y abiertamente lo sucedido" con el objetivo de que "la sociedad comprendiera que es difícil ser madre y princesa heredera al mismo tiempo". Si no lo hacen "lo empeoran al tratar de mantenerlo oculto". De hecho, no dudaba en señalar que esto podría empeorar su popularidad a la hora de subir al trono. "Una futura reina tratando de ocultar cosas al público, no se ve bien. Puede proporcionar argumentos contra la Casa Real", ha afirmado.
Una visión que también comparte Peggy Simcic Brønn, experta en comunicación de crisis. "No han estado preparados para esta situación. Si lo supieran, deberían haberse dado cuenta de que saldría a la luz en algún momento. Han ignorado que esto iba a explotar", ha asegurado la profesora del Departamento de Comunicación y Cultura de BI Business School.
La princesa Mette-Marit de Noruega se acerca a su hijo, Marius Borg, tras su ingreso en una clínica
Cuando estalló la polémica sobre Marius Borg, el joven emitió un comunicado disculpándose por los hechos y culpando de su comportamiento al consumo de estupefacientes. "He luchado contra el abuso de sustancias durante mucho tiempo, algo por lo que he estado en tratamiento en el pasado. Ahora lo retomaré y lo haré muy en serio. El consumo de drogas y mis diagnósticos no me excusan. Quiero ser responsable con lo que he hecho", expresó. Una promesa de rehabilitarse en la que volvía a insistir su abogado, Øivind Bratlien, el pasado octubre.
Aunque han pasado varios meses desde que hizo estas declaraciones no ha sido hasta ahora cuando Marius Borg ha ingresado en un centro de rehabilitación en Londres. Era el príncipe Hakoon quien, tras suspender su agenda por motivos privados de forma inesperada, acompañaba al joven hasta Reino Unido. Mientras esto pasaba, Mette-Marit reaparecía para ser la anfitriona de una cena con jóvenes de entre los 19 y los 32 años. “Ustedes que están hoy aquí son expertos en lo que les funciona. Quizás lo que ayuda a uno puede ser una inspiración para otro”, se sinceraba Mette-Marit en su discurso inicial a estos 22 jóvenes.
Lo que podía parecer como una excusa para mantener las distancias con su hijo, por las que ya ha sido incluso señalada, se trataba de una forma de demostrar su compromiso con la salud mental. Una vez cumplidos sus deberes, la princesa no ha dudado en volar hasta Londres para ver a su hijo, según el medio noruego 'Se og Hor'. De esta manera, los royals noruegos seguirían llevando a cabo estas acciones de manera secreta, alejándose de la transparencia y veracidad que esos dos expertos han señalado como claves para su futuro como reyes.