El dolor de la reina Letizia al arropar a los familiares de las víctimas de la DANA

La reina Letizia ha mostrado su dolor y emoción al arropar a los familiares de las víctimas de la DANA

Jara Bravo
Jara Bravo

Redactora digital de Lecturas

Letizia
GTRES

Nadie puede dudar de que los reyes Felipe VI (56 años) y Letizia (52 años) se han implicado al 100% en la Comunitat Valenciana desde que decenas de sus pueblos fueron arrasados por la catastrófica DANA el pasado 29 de octubre. Fueron los primeros en emitir dos comunicados lamentando el fallecimiento de más de 200 personas y, al día siguiente de la tragedia, empezaron sus reuniones con servicios de emergencia y empresarios que no han cesado desde entonces. Tampoco han dejado de visitar las localidades afectadas, siendo cada visita diferente a la anterior.

La primera estuvo marcada por el barro y la rabia, la segunda por los aplausos y los vítores y la que ha tenido lugar este lunes por el dolor y la tristeza. Los monarcas han acudido a la Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados para presidir la misa funeral organizada por el Arzobispo monseñor Enrique Benavent para conmemorar a los fallecidos. A su llegada, los padres de la princesa Leonor han recibido los aplausos de los allí reunidos, a los que Felipe no dudaba en saludar con cariño desde lejos.

Sin embargo, la reina Letizia, con el rostro serio y compungido, se dirigía directamente al interior del templo. Una expresión que no ha variado durante todo el evento. En un primer momento parecía que estaba enfadada, pero tras acabar la ceremonia se ha podido comprobar que lo que sentía la reina era dolor y pena por los familiares de las víctimas. Al terminar el acto, los reyes se han acercado a 400 de los asistentes que han perdido a un ser querido con esta tragedia para darles la mano y apoyarles en estos tiempos difíciles.

En una de las instantáneas, vemos al rey hablar de manera cercana con una mujer, mientras la arropa poniéndole una mano en el hombro. La mujer, emocionada, ha escuchado lo que le ha dicho el monarca, mientras su acompañantes miraban la escena. Mientras tanto, Letizia ha charlado con otros familiares y ha abrazo a uno de ellos, mostrando un gesto de dolor profundo. En otra foto, vemos a la monarca hablar con una familiar con una expresión muy sentida. En definitiva, besos, abrazos y mucho apoyo para que no se olvidarán en ningún momento que no están solos.

La sobria salida de los reyes Felipe y Letizia tras la ceremonia

Estos gestos de apoyo y cariño han chocado con la sobria despedida de los reyes Felipe y Letizia con los vecinos que se habían reunido a las puertas de la basílica. Con decisión, ambos han salido del templo ha paso rápido en dirección al coche oficial que les esperaba al finalizar la escalinata. 

Durante su descenso, ambos han mirado brevemente a la multitud y han saludado con la mano. Felipe se ha entretenido unos segundos más y ha tenido una señal de perdón con los vecinos. Justo después entraba en el vehículo y abandonaban el recinto. Esta sobria despedida ha sido toda una sorpresa porque, desde el primer momento, los reyes siempre han intentado mantenerse cerca de los ciudadanos.

El motivo de esta rapidez en abandonar el recinto no ha salido a la luz, pero hay varias opciones. Una de ellas es que fuera una cuestión de protocolo como comentó Marina Pina en 'Tarde AR'. "Zarzuela había avisado que los reyes llegarían 5 minutos antes para saludar. Pero han llegado antes de lo esperado y han entrado directamente. Después repetirán el método de otros funerales como los del COVID-19", comentaba Pina.

De hecho, era ella la que señalaba que no le extrañaría que tuvieran gestos de cariño y consuelo dentro de la basílica, pero que "el tiempo de fuera" no era probable porque "se saltarían el protocolo". Otra posibilidad es que la tensión que ha ido creciendo en las inmediaciones a lo largo de la tarde haya hecho que el equipo de seguridad de Zarzuela haya preferido que los monarcas abandonaran el templo lo antes posible.

En este sentido, Lecturas.com hemos podido estar a las puertas del edificio y hemos constatado que a partir de cierta hora, se empezaba a cachear a los que intentaban acercarse. Teniendo en cuenta la cercanía de la salida de los reyes, no sería de extrañar que quisieran evitar algún tipo de altercado contra ellos.