La princesa Leonor (18 años) ya es mayor de edad, y eso implica una serie de cambios en su vida a nivel personal e institucional. Como heredera al otro, de la misma forma que su madre, está destinada a lucir todas las piezasde incalculable valor que componen el joyero de la Corona española: tiaras de diamantes, juegos de pendientes, gargantilla y pulseras confeccionados en rubíes, esmeraldas, perlas... Una gran ostentación que está muy lejos de lo que ha lucido hasta ahora. 

En 2012, con 6 años, Leonor decidió perforarse las orejas y desde entonces ha lucido varios pendientes que incluso ha compartido con doña Letizia. Algo a lo que se resiste su hermana Sofía, que por ahora se muestra reacia a llevar pendientes. A la princesa de Asturias le encanta llevar complementos, y ha empezado a configurar su propio joyero con piezas muy discretas. Aunque las primeras tenían un escaso valor económico, lo cierto es que poco a poco vamos viendo como los brillantes y las piedras preciosas se abren paso en la colección privada de la futura reina de España.