La despedida más triste para la reina Letizia en plena vorágine de sus últimos eventos

La reina Letizia (51 años) está imparable. La monarca ha aparecido en diversas ocasiones con motivo de actos institucionales y otros personales, como los Premios Nacionales del Deporte 2022 o el funeral Fernando Gómez-Acebo. Además, hace unas semanas, la esposa de Felipe VI (55 años) pudo disfrutar de una salida con su familia aprovechando los días de descanso de la princesa Leonor (18 años) y la infanta Sofía (16 años) por Semana Santa.

No solo eso. Aunque Letizia no ha acudido, la reina Sofía (85 años) ha sido ingresada por una infección de orina en la clínica Ruber de Madrid, lo que ha llevado al rey y a su hermana, la infanta Elena (60 años) ha visitar a su progenitora. Toda una serie de eventos que han hecho que haya sido una temporada movida para la reina. Y, por si fuera poco, en plena vorágine de todos estos momentos, la monarca ha tenido que hacer frente a la despedida más triste.

¿De qué se trata? Sus hijas ya han abandonado el hogar familiar y han vuelto a sus formaciones. Ambas empezaron sus vacaciones de primavera el 28 de marzo, fecha en la que aprovecharon para regresar a su casa. Sin embargo, todo lo bueno se acaba: Sofía tuvo que volver al UWC Atlantic College el 7 de abril y la princesa Leonor unos días antes, el 4 de abril. De esta manera, Letizia ha dicho adiós a sus 'pequeñas' tras haber disfrutado de unos breves días con ellas.

La próxima vez que vuelvan a verse es probable que sea cuando ambas terminen sus estudios. En el caso de la heredera al trono, el próximo 19 de junio es el acto de clausura de su curso en la Academia Militar de Zaragoza. Justo después, la princesa disfrutara de un par de meses de vacaciones antes de ingresar en la segunda parte de su formación militar en la Academia de la Armada en Marín

La salida de Semana Santa de los reyes con sus hijas

Se ha convertido ya en una tradición que cada Semana Santa los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía, lleven a cabo algún plan en familia. Hasta 2019, la familia real se desplazaba hasta Palma de Mallorca para acudir a la misa de domingo de resurrección. Sin embargo, el tenso encontronazo entre Letizia y doña Sofía hizo que los reyes decidieran romper con esta costumbre.

Tras la pandemia de COVID-19, los monarcas, la princesa y la infanta aparecieron en un centro de refugiados y, al año siguiente, en la pasión viviente de la localidad madrileña de el Chinchón. Este 2024, la familia escogía acudir a la procesión del Encuentro en la la Iglesia de la Concepción Real de Calatrava. Este es uno de los recorridos más largos del centro de Madrid. Como unos ciudadanos más, los reyes y sus hijas esperaron en la concurrida calle Alcalá para ver este desfile, rodeados de otros devotos y curiosos. Naturales y espontáneos, vimos a la familia real charlar entre ellos y demostrar su complicidad es irrompible.
 

A pesar de su sencillez, su salida acaparó la atención del foco mediático nacional e internacional. La prensa alemana no dudó en opinar sobre dicho plan. 'Bunte' analizo todos los gestos y movimientos de la hija de Paloma Rocasolano mientras esperaba a la procesión. "Totalmente discreta: casi no reconocemos a la reina", anunciaba el medio. Para ellos, ver a la reina de una manera tan humana había sido una total sorpresa.  "Espera, ¿esa es la familia real española? Los miembros de la realeza son difíciles de reconocer entre toda la gente", expresaron, con cierta ironía. La razón de esta sorpresa está clara: "a su aspecto reservado y discreto".