La nueva visita del rey Juan Carlos (85 años) a Sanxenxo ha levantado una enorme expectación y todas las sensaciones han sido las mismas. Está alegre, simpático, con buen aspecto y en buena forma si lo comparamos con su última aparición en Ginebra con motivo de la graduación de su nieta Irene. ¿A qué se debe este notable cambio? Pilar Eyre tiene la respuesta.
La escritora y bloguera de Lecturas ha seguido muy de cerca los movimientos del monarca emérito y no dudaba en hacer un análisis exhaustivo desde su perfil de Instagram. "¡No parecía él. Está muchísimo más joven!", exclamaba Eyre sorprendida con la transformación.
Pues bien, la experta en Casa Real se ponía manos a la obra y preguntaba directamente a una experta en cirugía estética para conocer punto por punto los tratamientos que se ha realizado don Juan Carlos en los últimos meses.
Aunque a través de una fotografía no se puede confirmar al 100%, el cambio es más que evidente. Don Juan Carlos luce un rostro mucho más rejuvenecido y luminoso gracias a un tratamiento de factores de crecimiento o plasma vivo en plaquetas. Un tratamiento de rejuvenecimiento facial muy efectivo que consiste en extraer el plasma de la propia sangre del paciente, centrifugarla para después volver a inyectarla en el rostro. Así se consigue estimular la producción de colágeno y elastina obteniendo una piel más tersa, luminosa y de mejor calidad. Además, don Juan Carlos habría recurrido a las inyecciones de ácido hialurónico y colágeno, pero nada de bótox.
El rey Juan Carlos en Sanxenxo.
Esta no es la primera vez que don Juan Carlos recurriría a la medicina estética. En el vídeo, Eyre recuerda como a partir del año 2000 se empezó a trata en la Clínica Planas de Barcelona, fecha que coincide con su romance con Corinna Larsen. De ahí que Eyre ponga sobre la mesa la existencia de una nueva mujer en la vida del emérito: "Está en un momento en el que quiera estar bien y muy guapo porque debe haber una nueva señora en el horizonte".
Tú a Mallorca y yo a Sanxenxo: el verano de Juan Carlos I y la familia real por separado
Las imágenes de don Juan Carlos en Pontevedra han contrastado con la reaparición de Felipe VI en Palma. Padre e hijo, separados por más de 1.300 km han disfrutado de su pasión por la vela, un deporte que el emérito inculcó en su hijo y que hace año que practican por separado.
La estancia del emérito se extenderá hasta el próximo lunes cuando coja un vuelo privado rumbo a Abu Dabi, país en el que reside desde 2020. Por su parte, este fin de semana Letizia, Leonor y Sofía se unirán a su padre en Mallorca para dar comienzo a sus tradicionales vacaciones en la isla balear.
La última vez que se les vio juntos fue el pasado mes de enero en el funeral de Constantino de Grecia. Aunque en un principio el protocolo les separó, ya en el cementerio de Tatoi, cuando pensaban que no estaban siendo grabados, fue don Felipe quien se acercó a saludar a su progenitor en un gesto de cariño.