Nadie entiende nada. Es cierto que Casa Real se encuentra en un momento de importantes cambios. No solo el nuevo equipo que ha fichado tanto la reina Letizia para su secretaría como la institución para llevar la comunicación en redes, sino los objetivos que se plantean a medio y largo plazo. La agenda de la princesa Leonor, la mayoría de edad de la infanta Sofía o el papel de las hermanas del rey son temas que están encima de la mesa. Una revolución que, hasta ahora, había recibido aplauso casi unánime.
Lo que ha desconectado es la última decisión que ha tomado Zarzuela. El rey Felipe acudía este pasado fin de semana a la boda de su ahijada Victoria López-Quesada. Allí coincidía con sus hermanas Elena y Cristina y con su madre, la reina Sofía. Un encuentro de los Borbones que también contaba con Victoria Federica y Juan e Irene Urdangarin. La amistad de la familia del monarca con los López-Quesada viene de lejos.
Una vez celebrada la ceremonia y disfrutado el convite, llegó la noticia: Zarzuela iba a distribuir las fotografías del enlace por expreso deseo de la familia. Un giro que nadie vio venir. ¿Qué hace Casa Real compartiendo imágenes de una boda privada de dos personas que no forman parte directamente de la Familia Real? Las críticas no se han hecho esperar.
La decisión de Zarzuela con la boda de Victoria López-Quesada
No es la primera vez que el rey Felipe acude a eventos privados relacionados con su familia, cercana o lejana. El monarca mantiene un muy buen entendimiento con los suyos y acude de forma habitual a comidas, cenas o celebraciones de forma no institucional. Hasta ahí, todo tiene cierta lógica. La presencia del monarca, evidentemente, atrae la atención mediática pero eso no supone que se trate de nada que figure en su agenda.
Al menos, así era hasta ahora. La decisión de Zarzuela de distribuir a los medios las fotografías de la boda de Victoria López-Quesada, ahijada del rey Felipe, ha creado un precedente inaudito. Una boda privada, de dos personas que nada tienen que ver con la Familia Real, utilizando los canales institucionales para distribuir imágenes tomadas, se entiende, por fotógrafos también privados.
¿Cómo se ha llegado hasta este punto? En las imágenes aparece el rey Felipe, en dos ocasiones, y la reina Sofía y sus hijas Elena y Cristina en otra. El resto, todo fotografías de la novia y el novio en momentos clave de su gran día. Una ocasión muy sentida para la familia López-Quesada y Borbón-Dos Sicilias pero que poco tiene que ver con la Corona o la jefatura del Estado.
Las claras intenciones de Casa Real con la boda de la ahijada del rey
La aparición del rey Felipe en la boda de Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Copa no ha sido casual. Más allá del interés personal está el interés institucional. El rey llegaba a la boda junto a la infanta Cristina. Iban los dos en el mismo coche, solos y con actitud relajada y cómplice. Primera imagen de ambos desde 2018. Un hecho sin precedentes que copaba la atención de medios y ciudadanos.
En un vehículo distinto, la infanta Elena con su hija Victoria Federico y en un tercer coche, Juan e Irene Urdangarin. Las decisiones no habían sido casuales. Desde Zarzuela había un evidente interés en que el rey apareciese junto a su hermana Cristina y las cámaras lo captasen. Casa Real enviaba un mensaje y volvía a poner a la hija de los reyes eméritos en primera línea familiar.
Tras este tú a tú llegaban las fotografías oficiales del enlace. El rey de pie junto a los novios. La infanta Cristina, alejada y sentada con su madre, la reina Sofía. La infanta Elena, también sentada, más cerca de su hermano. Una composición protocolaria que volvía a dejar claro que, pese a lo que parece, entre el rey y sus hermanas hay conexión pero no tanta.
Lo más sencillo para que esta imagen viese la luz era que Zarzuela la distribuyese. Aunque, en los tiempos que corren, bastaba con que alguno de os contrayentes la hubiese compartido en su redes sociales o lo hubiese hecho la familia Borbón-Dos Sicilias. Desde Zarzuela se la quería dar este aire institucional sin serlo. Y todo en ausencia de la reina Letizia, que estaba en París asistiendo a los Juegos Paralímpicos.
Críticas a la decisión de los reyes Felipe y Letizia
Han sido numerosas las voces que han manifestado su extrañeza por esta decisión de Casa Real. Expertos en temas de realeza que han destacado el carácter no oficial del enlace. “Tengo la impresión de que esto es el preludio de algún movimiento importante”, comentaba Pilar Eyre tras conocerse la noticia. Un sentimiento generalizado que apunta a la transformación que está realizando Casa Real.
Como es también habitual, Zarzuela guarda silencio sobre el asunto. Tan solo distribuyó las imágenes y poco más. También los reyes y el entorno de Felipe y Letizia. Lo que está claro es que se prevén cambios y las hermanas del rey van a tener un papel importante en ello. Pero, ¿de qué se trata?