Corinna Larsen ha hablado. La ex amante del Rey Juan Carlos ha concedido una extensa entrevista a la cadena inglesa BBC en donde ha desvelado alguno de los detalles hasta ahora desconocidos de su relación con el emérito, más allá de toda la polémica legal. Desde cómo se conocieron hasta sus planes de boda, la empresaria se ha mostrado más sincera que nunca.
Febrero de 2004. Una fiesta de tiro y al rey Juan Carlos no le funcionaba bien el arma. Sin embargo, ahí estaba Corinna. "Yo sé bastante sobre eso, por lo que le podía explicar qué era lo que fallaba", ha asegurado. El emérito quedó sorprendido y ambos comenzaron una relación que avanzó lentamente en sus primeros meses.
“La primera cita fue a principios de verano. Siempre nos reíamos mucho. Conectamos de inmediato en muchas cosas y teníamos muchos intereses en común: la política, la historia, la buena comida, los vinos…”, ha contado. Corinna entonces vivía en Londres junto a sus dos hijos, pero se veía con el rey Juan Carlos en Madrid, “en una casita de campo dentro de la finca”. La pareja, además, también viajaba junta.
“El primer año fue más difícil porque yo estaba muy ocupada y él tenía una agenda completa, pero me llamaba hasta diez veces al día. Inmediatamente se convirtió en una relación muy fuerte, profunda y significativa”, ha contado. Tan sólida era su relación, que Corinna incluso se atrevió a preguntarle por cómo se lo tomaría todo la reina Sofía. “Dijo que tenían un acuerdo para representar a la Corona, pero que tenían vidas totalmente diferentes e independientes. Y el rey acababa de salir de una relación de casi 20 años con otra mujer que también ocupó un lugar muy importante en su corazón y vida”.
Planes de boda
Tan en serio iba su relación que el rey no tardó en conocer a sus hijos e incluso visitó a su padre para pedirle su mano, según ha explicado Corinna. En el año 2009, el señor Larsen recibió al emérito, algo que posteriormente contó a su hija: “Me llamó y me dijo que el rey había ido a visitarle y le dijo que estaba muy enamorado de mí y que pretendía casarse conmigo. También le dijo que no podía hacerlo enseguida, que llevaría un tiempo. Quería que mi padre supiera que iba en serio conmigo”.
Poco antes de que esto ocurriera, el rey Juan Carlos le había pedido matrimonio a ella. “Yo estaba muy enamorada de él, pero anticipaba -soy estratega política- que iba a ser muy difícil. Pensé que podría desestabilizar la monarquía. Por eso nunca llegué a perseguir la idea de la boda. Solo lo tomé como una prueba de la seriedad de la relación, en lugar de como algo que realmente e fuera a materializar”, ha explicado.
Sin embargo, ese mismo año su romance terminó. Unos duros meses para Corinna, ya que su padre falleció de cáncer de páncreas y, poco después, su relación se dinamitó: “Para mi gran sorpresa, justo después del funeral, el rey me dijo que mantenía una relación con otra mujer desde hacía tres años. Literalmente quedé devastada, era lo último que esperaba. Necesitaba apoyo emocional después de la muerte de mi padre y la noticia supuso un choque monumental para mí emocionalmente”.
Juntos en la enfermedad
Corinna ha destacado que ella creía que tenía una relación exclusiva con el rey, sin contar a doña Sofía. “Le dejé muy claro que no toleraría que tuviera relaciones con otras mujeres al mismo tiempo”, ha contado. Aunque su relación terminó, siguieron manteniendo su amistad hasta finales de ese mismo año, cuando Juan Carlos quiso verla: “Tenía malas noticias para mí. Le había diagnosticado un tumor en el pulmón y estaba convencido de que era cáncer. Estaba aterrado. Dijo que su familia no sabía nada. Y yo no quería abandonarlo, por lo que permanecí como una amiga muy entregada, leal y cercana durante el tiempo que estuvo mal”.
Corinna estuvo a su lado incluso durante su ingreso hospitalario. “Dormí en un sofá junto a su cama antes de la operación porque estaba muy nervioso”, ha indicado. Entonces, llegó su familia. “Un miembro de su personal me ordenó que me fuera de una forma poco ceremoniosa”, ha asegurado, para continuar: “Cuando la reina Sofía y algunos de sus cortesanos se dieron cuenta de lo serio que iba el rey conmigo se desarrolló un nivel de hostilidad bastante alto”.
Todo salta por los aires
Corinna continuó al lado del rey Juan Carlos hasta el 2012, cuando todo saltó por los aires en la famosa cacería de Botsuana. “Nunca se ha dicho que de hecho fui yo la que organizó su repatriación porque no había ningún plan en marcha”, ha asegurado. Y continúa: “Volamos en un avión privado y yo era consciente del hecho de que el rey no estaba bien de salud, tenía dos médicos con él, lo que me hacía estar aprensiva. Por eso mantuve cerca el avión. Era una gran responsabilidad. Le prepararon para la cirugía. Y yo estaba muy muy nerviosa pensando que no lograríamos llevarlo a casa con vida”.
A pesar de todo lo vivido, Corinna no se arrepiente de nada. “Tengo sentimientos muy sinceros por él. Y me entristece extremadamente el rumbo que han tomado las cosas”, ha sentenciado durante su entrevista en la BBC.