Ingrid de Noruega (19 años) se ha convertido en noticia por un suceso de lo más desagradable. Un hombre ha sido detenido en Oslo tras aterrizar hace unos días procedente de Estados Unidos cargado con 17 maletas en las que había armas de fuego y un cuaderno con nombres y direcciones de algunos de los integrantes de la familia real Nourega. Según han contado desde la cadena noruega TV2, este hombre ha reconocido que deseaba casarse con la hija de Haakon (50 años) y Mette-Marit (50 años). Una obsesión por la joven a la que hay que sumar que ya hace tres años fue visto por los alrededores del palacio de la familia.
Este hombre que ahora ha sido detenido ha mantenido en vilo a la familia real noruega durante años. Una preocupación que incrementó el pasado 10 de enero cuando regresó al país según él para trabajar en la agricultura. Así lo ha contado Jørund Lægland, el abogado de la defensa, que ha añadido que llevaba armas porque consideraba más seguro viajar así. Ahora, va a permanecer detenido durante cuatro semanas y tanto la Fiscalía como la defensa han pedido que sea deportado de Noruega.
Inevitablemente, este hecho ha marcado un antes y un después en la vida de Ingrid de Noruega por el susto que supone. Pese a que actualmente vive independizada de su familia en uno de los barrios más conocidos de Oslo y a que está centrada en su trabajo en una escuela como trabajadora medioambiental, es imposible desligarse de las consecuencias que tiene el hecho de ser princesa y futura heredera. La exposición pública y su papel institucional llevan a que las jóvenes de las realezas europeas se enfrenten a veces a estas situaciones que desde las casas reales se ven obligados a gestionar para que la seguridad sea máxima. Algo que lleva a plantearse una duda. ¿Qué sucedería si la princesa Leonor (18 años) se enfrentara a una situación así?
¿Qué pasaría si a la princesa Leonor le sucede lo mismo que a Ingrid de Noruega?
Que haya constancia, la princesa Leonor nunca ha vivido una situación como esta que acaba de vivir Ingrid de Noruega y que ya vivió Amalia de Holanda (20 años). Pero en caso de vivirla, hay dos cuestiones que no sería de extrañar que sucedieran y que están relacionadas con su seguridad y con su día a día.
Si la princesa Leonor estuviera en alerta por una situación como esta, es muy probable que la seguridad en torno a ella aumentara. La princesa de Asturias siempre está rodeada de medidas de seguridad muy potentes, alrededor siempre lleva escoltas, los lugares a los que acude son revisados previamente… Medidas que seguramente aumentarían si se enfrenta a una situación como la de Ingrid de Noruega.
Lo que también es probable que ocurriese, es que siguiera centrada en su formación y en sus compromisos institucionales. Tal y como ha hecho Ingrid de Noruega, pese al susto prefieren seguir con su vida con la mayor normalidad posible y seguir atendiendo a las obligaciones que les correspondan en cada momento. Una forma de no hacer saltar más las alarmas y de intentar retomar su rutina para llevar lo mejor posible la situación. Algo que Ingrid seguirá haciendo este año, cuando dentro de unos meses dé comienzo a su formación militar en el campamento Skjold.
Las amenazas de muerte que recibió Amalia de Holanda
La que también se enfrentó en su día a una situación similar fue Amalia de Holanda. La hija de los reyes Guillermo (56 años) y Máxima (52 años) recibió amenazas de una organización mafiosa que incluso llegó a amenazarla de muerte y de secuestro. Algo sobre lo que ella misma llegó a pronunciarse, asegurando que lo pasó muy mal. Además, en su caso ocurrió algo distinto. La heredera tuvo que dejar su vida universitaria y su vida en un piso de Ámsterdam para trasladarse a una de las residencias oficiales de la familia real, de la que se le prohibió salir. Una libertad que poco a poco fue recuperando aunque nunca ha llegado a tener del todo.