Nuevo disgusto para la familia real noruega. El caso de Marius Borg, hijo de la Mette-Marit (51 años), ha sufrido un nuevo giro inesperado. Si hace unos días el rey del país dio por primera vez un discurso sobre toda la polémica, ahora la corona debe enfrentarse a la última decisión del abogado del caso. El primogénito de la princesa fue acusado por la policía de haber protagonizado un episodio de violencia contra su novia, quien tuvo que ser atendida en el hospital por las lesiones sufridas.
Desde entonces varias exparejas de Marius han contado relatos parecidos. Pero no solo eso, las fotografías del último enfrentamiento con la que era su chica mostraban el piso de ella con varios destrozos muy llamativos: una lámpara de araña completamente rota o un cuchillo clavado en la pared. Una situación por la que Borg fue enviado al calabozo, donde admitió ser el culpable de este horrible episodio, añadiendo además que estaba bajo los efectos de las sustancias nocivas. Sin duda un revés que hacía caer los índices de popularidad de la corona noruega.
Los investigadores están todavía con el caso, pero hace unas horas que la decisión del abogado ha provocado una gran conmoción en Noruega. Y es que según cuenta la prensa del país, el fiscal de la defensa, Petter J. Grødem, ha pedido a la policía que convoque a la princesa heredera Mette-Marit para interrogarla. "Parece completamente natural que la llamen. Nos parecería antinatural que no la interrogaran", ha dicho el letrado a 'VG', medio en el que además han confirmado que los agentes han recibido la petición.
A pesar de que Marius, que tiene una orden de alejamiento contra su expareja hasta marzo de 2025, había reconocido que fue quien protagonizó aquel episodio de violencia, ahora el hijo de la princesa niega cualquier tipo de maltrato a sus exparejas Juliane Snekkestad y Nora Haukland, según ha expresado anteriormente su defensor Øyvind Bratlien. El joven, que fue detenido de nuevo en una cabaña en Gausdal cuando estaba con sus amigos por supuestamente saltarse la ordenanza judicial, ha negado cualquier de esos cargos. Lo único que acepta es el de haber amenazado de muerte a otra persona.
La drástica decisión de la familia real noruega
Sin ninguna confirmación o declaración de la casa real, que por ahora prefiere mantenerse al margen, el medio 'Aftenposten' ha afirmado que la familia real de Noruega ha tomado una drástica decisión que afecta directamente al hijo que Mette-Marit tuvo antes de casarse con Hakoon. Según este medio, Marius ya no tendría acceso a la residencia que su madre y el heredero al trono tienen en Skaugum.
Según cuenta el tabloide, que tiene información de primera mano a través de fuentes cercanas al joven, Høiby viviría en una casa al borde del bosque en Skaugum en Asker, a solo unos cientos de metros del edificio principal donde su madre tiene su residencia privada. Una vivienda se encuentra fuera de la parte más estrictamente vigilada de la propiedad principal y a la que antes Borg sí podía acceder. La prensa cuenta además que esto ha sido la gota que colma el vaso porque Marius se habría saltado las normas de la propiedad varias veces llevando a gente que habría robado objetos de valor tanto económico como sentimental para la corona y su familia.
De hecho, na encuesta de principios de octubre ha revelado que una clara mayoría cree que el hijo mayor de la princesa Mette-Marit debería mudarse de la propiedad de la pareja "por razones de seguridad".
Una experta real opina sobre el silencio Mette-Marit
Hasta ahora la princesa heredera ha guardado silencio sobre las acusaciones contra su hijo. ¿Un error? La experta noruega Caroline Vagle ha observado desde hace tiempo a la familia real y ha compartido con 'RTL' su opinión sobre la férrea actitud de la princesa.
Mette Marit, contra las cuerdas en Noruega.
"Ella sonríe y habla con la gente. Le gustaría poder hacer su trabajo y no tener que hablar de Marius", dice la experta en familia real sobre su última visita a Berlín. Una táctica que la periodista no encuentra demasiado útil. "Creo que sería una buena idea hablar de ello. No tiene que decir mucho, pero un poco estaría bien. Pero cuando se encuentra con la prensa, no quiere decir nada. Prefiere hablar sobre su trabajo", cuenta.
El 'escándalo Marius' ha sumido a la monarquía noruega en una grave crisis. La presión pública de los últimos meses ha sido especialmente notable sobre la pareja del príncipe heredero y los informes negativos tampoco ayudan a Mette-Marit. Sin embargo, la experta cree que es solo cuestión de tiempo que tenga que dar la cara sobre el controvertido caso.
"Tienen miedo de decir algo malo y han anunciado que no lo comentarán públicamente ahora, pero sí más tarde. Estoy convencida de que dirán algo en su momento. Creo que es importante tomar una postura clara contra la violencia contra las mujeres. También ayudará a aquellos que han experimentado cosas similares a sentirse escuchados y vistos y dará a la realeza más apoyo entre la población", asegura.