Casa Real de Noruega toma una decisión 'in extremis' con Mette-Marit tras su viaje oficial

Hace unas semanas, la Casa Real de Noruega emitía un inesperado comunicado para anunciar una información clave sobre la princesa Mette-Marit: "Su Alteza Real la Princesa Heredera Mette-Marit (51 años) ha reiniciado el tratamiento para su enfermedad pulmonar crónica", se podía leer. Una noticia que era recibida con mucha pena y sorpresa, ya que parecía que la esposa de Hakoon estaba bastante estable desde que se le diagnosticó esta enfermedad en 2018.

Ya en ese texto, la Corona de Noruega avisaba que "la experiencia anterior ha demostrado que los medicamentos pueden provocar efectos secundarios que pueden tener consecuencias para el programa oficial de la Princesa Heredera". Razón por la que habían dado a conocer este cambio en el estado de salud de la futura reina. Ahora, la Casa Real noruega se ha visto obligada a emitir un nuevo comunicado sobre el futuro inmediato de Mette-Marit.

La madre del ahora muy polémico Marius Borg ha viajado esta semana a Berlín, junto al príncipe Hakoon, para acudir al 25 aniversario de las embajadas nórdicas. Allí se encontraron con Federico y Mary de Dinamarca y la princesa Victoria de Suecia y su marido, Daniel. Este era el primer viaje internacional que realizaba la princesa desde que se anunciara su nueva condición, por lo que todas las miradas analizaron cada gesto y movimiento de Mette-Marit.

Aunque todo parecía ir bien, nada más volver a su hogar se ha emitido ese nuevo anuncio. "Debido a los efectos secundarios de los medicamentos que la princesa heredera debe tomar para su enfermedad pulmonar crónica, se encuentra de baja por enfermedad, inicialmente por una semana", han avisado.

Así, la madre de la princesa Ingrid se ha cogido la baja, entendemos que siguiendo los consejos de sus doctores. Es precisamente este escenario el que ya planteaba ese primer comunicado que llega justo después de unos días muy intensos en Alemania. "Los elementos del programa durante el período serán cancelados o pospuestos", ha zanjado la Casa Real.

La enfermedad de la princesa Mette-Marit

Fue en 2018 cuando Mette-Marit decidió compartir con los ciudadanos que sufría "una variante inusual de fibrosis pulmonar", una dolencia que se basa en la inflamación, endurecimiento y cicatrización de una parte del tejido pulmonar, tal como define la Clínica Universitaria de Navarra. Se trata de un proceso que va deteriorando la función respiratoria, ya que el órgano pierde flexibilidad, pudiendo generar una insuficiencia que reducirá su calidad de vida. 

Aunque su avance es lento, es progresivo y, de momento, no tiene cura. Eso sí, existen ciertos tratamientos para ralentizar su evolución, como la oxigenoterapia. En los casos más graves se puede valorar realizar un trasplante de pulmón como última alternativa. La forma de contagio es desconocida porque, aunque puede haber un componente genético, actualmente aún no se sabe, a ciencia cierta, las causas de su desarrollo.

Las polémicas que rodean a la Casa Real de Noruega

Todas las Casas Reales han sido protagonistas de polémicas en algún momento de su historia. En el caso de la Noruega, hace ya varios meses que sus miembros tienen que hacer frente a rumores y comentarios. Por ejemplo, cuando se anunció el compromiso de Marta Luisa de Noruega con el chamán Durek Verret, muchos opinaron sobre si era el candidato más adecuado para la hermana del príncipe Hakoon.

También, es imposible no mencionar el gran revuelo que ha generado la detención de Marius Borg Høiby, el primogénito de Mette-Marit, fruto de una relación previa a su boda con el futuro rey de Noruega. El joven era acusado de agredir física y psicológica a una de su novia, Nora Haukland. Desde entonces, una exnovia, Juliane Snekkestad, ha confirmado el carácter difícil de Marius, han salido a la luz las salvajes fiestas del joven en el palacio y ha vuelto a ser detenido por quebrantar la orden de alejamiento.

Y, por si esto no fuera suficiente, se ha abierto una investigación al Batallón de Ingenieros de la Brigada Norte del campamento Skjold, donde la princesa Ingrid de Noruega está realizando su formación militar. El motivo es casi surrealista: hasta 150 soldados han experimentado hemorragias nasales sin motivo aparente.