Charlene y Alberto de Mónaco, felizmente inseparables

La pareja, que ha protagonizado tres apariciones públicas en menos de dos semanas, se está mostrando más cercana, cariñosa y familiar que nunca. Una actitud impensable antes del confinamiento

Actualizado a 16 de junio de 2020, 08:00

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Pocas cosas pueden sacarse buenas del periodo de crisis sanitaria que el mundo entero ha vivido las últimas semanas. Sin embargo, parece que en Mónaco ha sido la clave para acercar más que nunca a Alberto y Charlene.

En menos de dos semanas, la pareja se ha dejado ver en tres actos oficiales, algo impensable hace meses, antes del confinamiento, cuando ambos atendían agendas separadas que, en el caso de Charlene, era prácticamente nula. A estas tres apariciones juntos -la inauguración de un nuevo casino en Montecarlo; una cita con la Cruz Roja de Mónaco por el Día de la Madre, a la que acudieron también los mellizos Jacques y Gabriella; y este fin de semana, asistiendo a una carrera virtual de las 24 horas de Le Mans-, se le suma la primera imagen junto a su marido que la sudafricana publicaba en su perfil de redes sociales.

Lo hacía el mismo 2 de junio, aprovechando el evento de inauguración del casino de Montecarlo, y junto a la imagen publicaba el lema que desde el Principado están dirigiendo a todos sus ciudadanos: "We are strong together". Lo hacía unos días más tarde de compartir un vídeo en el que ambos felicitaban la Pascua a los monegascos.

Este fin de semana, además de sorprender con la presencia de los pequeños Jacques y Gabriella, Charlene era acompañada por el príncipe Alberto a un evento organizado por ella misma desde la fundación que lleva su nombre: una competición virtual con algunos de los pilotos oficiales de las 24 horas de Le Mans con el objetivo de recaudar fondos para la organización.

Gtres

De nuevo, la cuñada de la princesa Carolina de Mónaco ha permanecido prácticamente toda la visita agarrada del brazo de su marido. Un gesto que realizaba hace unos días en Montecarlo y que muestra la cara más cercana y familiar de la sudafricana.

Además de este significativo cambio de actitud, el gesto y la imagen de Charlene se muestran más dulces y relajados. En sus últimas apariciones, se ha podido percibir un pequeño retoque estético del que se hacían eco los medios de comunicación por las fiestas de Santa Devota, que se celebran a finales del mes de enero. La naturalidad con la que se muestra ahora la princesa se acentúa con otro cambio de look, esta vez en su peinado, recogido a un lado y dando a entender que se está dejando crecer la melena.

Sonrientes, cariñosos y ahora inseparables. Algo ha cambiado en el clan Grimaldi, y esperamos que sea por mucho tiempo. Además de poder ver más a menudo a los pequeños Jacques y Gabriella, su presencia juntos es una alegría para el pueblo monegasco y, por supuesto, para el resto de la familia.

Cabe recordar que desde hace tiempo, Charlene se ha negado a asistir a algunos de los eventos más importantes del Principado, como lo es el tradicional Baile de la Rosa, cariñosamente organizado por su cuñada Carolina. Una actitud que, a pesar de dejar bien clara nada más casarse, ha ido engrosando tras el nacimiento de sus hijos. Parece que ahora que los mellizos se van haciendo mayores es el momento de que comiencen a acompañar a sus padres y a tener más presencia en los diferentes actos públicos.

[Imágenes: Fondation Princesse Charlène / Palais Princier de Monaco]

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