Fue en Sudáfrica donde Charlene de Mónaco (45 años) vivió los peores y mejores momentos de su vida. Y ha llegado el momento de volver, y lo ha hecho sola a pesar de lo que para ella implica a nivel emocional volver al lugar en el que estuvo 'recluida' luchando contra una complicada infección otorrinolaringológica.
Completamente recuperada, "en plena forma, feliz y serena", la mujer del príncipe Alberto ha presidido la carrera Water Bike Challenge, un acto promovido por la fundación que lleva su nombre y con la que pretende recaudar fondos para sostener el programa 'Aprende a nadar', destinado a evitar ahogamientos y luchar contra la caza furtiva.
Fue ese motivo lo que también le llevó a viajar a su país de origen en mayo de 2021, lo que nunca imaginó es que su estancia allí se convirtiera en una auténtica pesadilla que le llevó a estar lejos de sus hijos durante meses. Una etapa traumática que, a la vista está, ha superado.
Gracias a la imagen que han compartido desde la mencionada fundación podemos ver a una sonriente Charlene posando con algunos de los participantes de la carrera. Para la ocasión, recurrió a un estilismo informal compuesto por un pantalón de chándal blanco que combinó con una blusa de corte oversize en color negro. Completó este outfit comfy con unas impolutas sneakers blancas.
La primera dama aprovechará su estancia en Sudáfrica para hacer una visita a su familia y disfrutar de la belleza de su país de origen. Eso sí, no se extenderá mucho más ya que se espera que Charlene vuelva a palacio de manera inminente.
Alberto de Mónaco reaparece con Jacques y Gabriella
Aunque se esperaba que su marido le acompañara en este viaje tan importante, finalmente no ha sido así. Ni Alberto ni sus hijos han viajado con ella, pero al mismo tiempo padre e hijos reaparecían en un acto solidario con motivo del Día Mundial de Limpieza organizado en el Principado.
Los pequeños de ocho años han estado recogiendo basura alentados por su padre, muy concienciado con el cuidado del medioambiente. Con guantes negros y grandes bolsas de basura, los mellizos recogen todo lo que se van encontrando a su paso. A juego, mientras que Gabriella llevaba un mono denim, su hermano Jacques optó por un polo azul que combinó con bermudas blancas.
Los pequeños están inmersos en la vuelta al cole que, este año, ha llegado con un gran cambio. Por primera vez, Jacques y Gabriella están separados en clase, una decisión tomada por sus padres en consenso con sus profesores con el objetivo de que ambos empiecen a dibujar su camino sin la presencia continua de su hermano mellizo.