Charlene de Mónaco ha recibido el que es seguro uno de los premios más especial de toda su vida y no por su significado, que también, sino por la persona que se lo ha entregado: su marido. En concreto, Alberto de Mónaco ha reconocido a su esposa, junto con otras 57 personas, con un galardón por sus méritos deportivos.
Cabe recordar que, antes de casarse con el príncipe Alberto, Charlene se dedicaba en cuerpo y alma a la natación. De hecho, ella llegó incluso a participar en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 como parte del equipo de natación que representaba a Sudáfrica, su país natal. Posteriormente, aunque dejó su carrera tras su compromiso, ha seguido muy vinculada al deporte a través de la fundación que lleva su nombre.
Según ha explicado el propio Palacio del Príncipe en su página de Instagram, “el príncipe entregó a la princesa Charlene la medalla Vermeil y luego las medallas [de educación física y deportes] a los 58 destinatarios presentes. Esta distinción rinde homenaje a su trayectoria deportiva y su compromiso con la vida deportivo del Principado”.
Un momento que sin dudas ha debido ser de lo más especial para la pareja, que no ha dudado en posar junto al resto de los galardonados, además de por separado. De hecho, en la fotografía que ha compartido el palacio del Príncipe aparece la pareja de lo más sonriente. En ella, Charlene sostiene su galardón mientras que posa al lado de su orgulloso marido.
Una fotografía con la que la pareja ha acallado una vez más los rumores de crisis. De hecho, Charlene y Alberto parecen estar más unidos que nunca, ya que han protagonizado tres apariciones públicas en los últimos días. Tras disfrutar el pasado fin de semana de un partido de rugby entre Francia y Sudáfrica, el país natal de la madre de Jacques y Gabriella, la pareja reapareció el pasado miércoles para participar en el tradicional reparto de regalos de Navidad que organiza la Cruz Roja de Montecarlo. Unas salidas que han culminado este pasado jueves con su acto más especial.