¡De nuevo juntas! Carolina y Charlene de Mónaco han acaparado todos los focos en su último acto oficial conjunto. La hermana y la mujer del príncipe Alberto no han faltado al homenaje que Emmanuel Macron ha hecho al soberano en el Palacio del Elíseo. Ceremonia a la que también acudían los pequeños Jacques y Gabriella, y en la que ha sido galardonado con la insignia de Comandante de Mérito Agrícola.
Con permiso del protagonista del día, han sido las mujeres del clan Grimaldi quienes han captado toda la atención. Por un día, han dejado a un lado sus diferencias para arropar a Alberto en este día tan especial. Eso sí, ni rastro alguno de complicidad. Cada una posaba a un lado del monarca y se limitaban a sonreír para la cámara.
Al margen de su buena o mala relación personal, si hay algo que destaca en cada una de sus apariciones públicas son sus estilismos. Mientras que Charlene recurría a un traje con estampado a cuadros en color rosa empolvado, la princesa de Hannover derrochaba estilo y sensualidad con un mino vestido negro que elevaba con muy buen gusto con una blazer oversize.
De la sobriedad de Charlene al estilo innato de Carolina de Mónaco
De vuelta al look elegido por la primera dama del Principado. Se trata de un dos piezas compuesto por una blazer cruzada con doble botonadura que combinaba con un pantalón palazzo de lo más estilizador. Bajo la americana, que llevaba perfectamente abrochada, se dejaba entrever una camisa de seda blanca.
A solo unos centímetros de distancia Carolina marcaba la diferencia con un sencillo mini vestido de color negro con el que ha presumido de piernas a sus 68 años. De escote cerrado y manga larga, ha completado su look de una forma magistral con una blazer oversize en color crema que actuaba a modo de abrigo. La hija de Grace Kelly cerraba su outfit con un mini bolso acolchado de Chanel, tacones a juego y joyas de oro.
Siguiendo la misma estela que su madre y su tía, Gabriella sorprendía con un elegante abrigo de color blanco que ocultaba su coqueto vestido con falda de vuelo, también blanco. A su lado, su hermano Jacques con un clásico traje de color oscuro a juego con su corbata. Una imagen muy serena de los más pequeños a la que no nos tienen nada acostumbrados.
Carolina y Charlene de Mónaco: Toda la verdad sobre su polémica enemistad
No es ningún secreto que para Charlene de Mónaco no ha sido nada fácil lidiar con la familia Grimaldi. La vida de la ex nadadora cambiaba de manera radical aquel 1 de julio, pero lejos de contar con el apoyo de la familia de su marido se topó con la indiferencia de su cuñada Carolina.
Muchos dicen que si fueron celos al verse relegada a un segundo lugar en favor de la mujer de su hermano, otros apuntan a que Carolina no soportaba la desazón de Charlene en razones institucionales... Sea como fuere, lo cierto es que a pesar de la cercanía nunca han conseguido ser buenas amigas. Ni siquiera su pasión por la moda de lujo ha provocado un acercamiento entre ellas.
A pesar de los rumores de mala relación que les han perseguido durante años, lo cierto es que en los últimos tiempos hemos sido testigo de un cambio radical entre ellas. Charlene regresaba al Baile de la Rosa después de una década de ausencia, y Carolina ha arropado al matrimonio real en varios actos. Juntas pero no revueltas, defienden el porvenir del Principado dejando a un lado sus diferencias.